Cultura

Puerta grande para todos pese a la calidad del ganado

  • El público de Pozoblanco llena a medias el coso de Los Llanos en un festejo a beneficio del colegio salesiano y de la cofradía del Cristo de Medinaceli

La poca fuerza de los toros de Aldeaquemada dieron al traste con la buena disposición que mostraron los toreros durante toda la tarde. Cuando el animal falla, la fiesta se tambalea y derrumba, careciendo de importancia lo que acontece en el albero. Desgraciadamente, el toro de hoy deja mucho que desear a las ilusiones de toreros y público, fundamentalmente a este último. La corrida no tuvo el resultado económico apetecido. Las fiestas en otras poblaciones cercanas pudieron restar asistencia al coso de Los Llanos.

En su primero, Curro Díaz, al que recibió con lances garbosos rematados con una buena media, brindó su faena al público. Inició ésta con gusto por alto, con mucha estética. Buena tanda con el pitón derecho, relajado y templado. Igualmente, tuvo gusto su toreo al natural. Trasteo de buen corte pero carente de transmisión por la falta de fuerza de su oponente. Mató de una estocada y cortó una oreja.

En su segundo, al que recibió con buen aire con el capote, le cuajó una faena de muleta de alta nota. Inició por alto para continuar con una poderosísima tanda con la derecha, no exenta de buen gusto y arte. Igual se mostró al natural, encajando los riñones y llevando las embestidas de su oponente en muletazos largos y templados. Una faena marcada por la estética y el buen gusto, aunque dio la impresión de no tocar techo por las pobres condiciones del toro.

Cesar Jiménez se encontró con un oponente de poca fuerza, iniciando su faena con la mano derecha tratando de no quebrantar al animal. Subió el diapasón al torear al natural. Faena de menos a más con buen fundamento técnico y con buen gusto a medida que la misma transcurría. Mató de estocada y cortó otra oreja.

El diestro madrileño quedó inédito en los lances de recibo, si bien se resarció posteriormente en un valeroso quite por chicuelinas. Brindó al público su faena de muleta que inició espectacularmente con un cambiado en los medios. Tras un feo arreón cuando toreaba con la derecha, cimentó su trasteo por el pitó izquierdo, destacando algún muletazo de calidad que no tuvieron continuidad, mostrando la faena un tono muy irregular. Su virtud fue moldear las condiciones de su oponente. Mató de estocada caída y fue premiado con dos generosas orejas.

Daniel Luque se encontró con un inválido corrido en tercer lugar. Lo intentó pero fue imposible. Era como sacar agua de un pozo sin fondo. Tras matar certeramente cortó otra oreja. A su segundo lo cuajó con el capote, con lances a la verónica de buena factura y concepción. Indudablemente, lo mejor visto en la tarde de ayer con el percal. Inició la faena por bajo con maneras elegantes, para continuar toreando con la derecha en muletazos de buen corte. Continuó lidiando al natural, muy centrado y con gran sentido del temple. El toro se fue diluyendo y el torero acortó las distancias, entregándose en las postrimerías de la faena con muletazos de adorno de mucho sentido clásico. Alargó, quizás, excesivamente su labor, lo que no fue óbice para que tras una estocada en la que tardó el toro en doblar fuera premiado con dos orejas, permitiéndole la salida a hombros junto a sus compañeros.

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