Cultura

El Pele reivindica la pureza en la entrega del Compás

  • El acto reúne a unos 300 representantes de la sociedad cordobesa en los jardines del Alcázar

Fue, otra vez, la noche de El Pele. Unas 300 personas se dieron cita ayer en el Alcázar de los Reyes Cristianos para acompañar al cantaor de San Pedro en el acto de entrega del XVII Compás del Cante, el premio con que la Fundación Cruzcampo reconoce cada año a las más grandes figuras del flamenco. Un galardón que se une al Giraldillo al momento mágico de la Bienal de Sevilla obtenido el pasado año y a otros honores recientes como la inauguración de la última edición de La Noche Blanca del Flamenco. El Pele vive uno de los mejores momentos de su trayectoria y ayer se mostró "orgulloso" de recibir este premio en uno de los lugares "con más embrujo de Córdoba".

Allí estaban el alcalde, José Antonio Nieto, junto a varios concejales, y representantes de distintos sectores de la sociedad cordobesa, entre ellos, por supuesto, la cultura y el flamenco. Fosforito, Luis de Córdoba, Agustín Gómez y David Pino, entre otros, estuvieron presentes en el acto, además de Pablo García Baena y la directora del Instituto Andaluz del Flamenco, María de los Ángeles Carrasco.

Exultante, El Pele se remitió a la providencia divina para agradecer que su salud haya mejorado y que en el último año haya ganado "dos de los premios más importantes" de su trayectoria, el Giraldillo y el Compás. "Soñaba toda mi vida con tenerlo", indicó en referencia al trofeo que ayer recibió en el transcurso de una gala en la que el catedrático Rafael Infante recogió la mención especial del jurado.

En una noche muy agradable en los jardines del Alcázar, El Pele reflexionó sobre su trayectoria: "Yo viví el flamenco con Juan Talega, Juan Breva, Terremoto, la Niña de los Peines, La Perla..., la gente de la que hay que beber, a la que hay que asomarse para comparar". El cordobés ha evolucionado "a base de sacrificio y de ser muy severo", siempre con "la pureza que los viejos nos enseñaron" como referente pero con la mirada abierta para no renunciar a la innovación. Y con ello ha conseguido un premio muy valioso para él: "el cariño de los aficionados".

También tuvo momentos para la nostalgia y la crítica cuando afirmó que "hoy casi no queda flamenco" y pidió a determinados artistas de la actualidad "que busquen otro nombre para sus temitas, que ni siquiera los llamen flamenquito".

"El flamenco es la cultura más importante de todas", subrayó el artista, que destacó que músicos como Sting o David Bowie "están bebiendo de él".

Por su parte, el presidente de la Fundación Cruzcampo, Julio Cuesta, indicó que al flamenco, a pesar de haber sido reconocido como arte universal, "aún le queda camino por recorrer". Y es que "ha entrado en la Universidad pero aún está ausente de las reales academias de Bellas Artes". La institución trabaja para contribuir al "realce" social de esta disciplina, y prueba de ello es el Compás del Cante, que en ediciones anteriores ha recaído en Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar, Enrique Morente, Fosforito, Chano Lobato, Matilde Coral, La Paquera de Jerez, Fernanda de Utrera, Cristina Hoyos y Chocolate, entre otros.

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