Mercedes de Córdoba, joven pero con un aprovechado recorrido como bailaora flamenca, no se da tregua, legitimada por el prurito de que sus seguidores no le pierdan la pista. En esta ocasión la pudieron ver de nuevo en Córdoba, en el Teatro Góngora, el pasado viernes estrenando Ser... ni conmigo ni sin mí, un espectáculo imaginativo y de muy singular y creativa autoría junto a la iluminación, sonido y diseño escénico, para lucimiento de sus excelentes protagonistas, donde la bailaora cordobesa se esmeró por querer formar parte de la oferta del baile, optando por tener espectáculo propio, partiendo de su experiencia en elencos de destacadas figuras de esta disciplina flamenca.

Para la ocasión, basándose en un rico guion de ideas, esta primer premio de baile en el Concurso Nacional de Arte Flamenco 2013 de Córdoba, expuso en el escenario un surtido y vistoso ajuar acicalando su figura de bailaora flamenca y, en este caso, también dramaturgia, en contundentes movimientos en cada palo que acometió, acorde con el montaje que estrenaba. Así, en los que estimamos tarantos, seguiriya por bulería, una lenta fantasía, granaína y bandolá, en zambra y soleá de la Serneta, como en el fin de fiesta con soleá de Triana y alboreá, todos rematados con larga tanda de bulerías. Un espectáculo que tuvo durante todo su desarrollo al público exultante y complacido con Mercedes de Córdoba.

Sin, por ello, eludir su reconocimiento con el magnífico elenco que le respaldaba. Ofreciendo un abanico de cantes y toques que sumaron en el balance final, en pregón y toná, milonga y caracoles, siempre arrancando la favorable respuesta que denotó la consecuente acogida de la audiencia. Como con la bailaora, en los variados zapateados, braceos, expectantes escobillas y mudanzas, con oportunos remates, completando cuantos movimientos desplegó, sin presunción y artificio.