Cultura

Mobiliario para no olvidar

Compañía: La Rous. Actriz: Rosa Díaz. Dirección: Mauricio Zabaleta y Rosa Díaz. Fecha: jueves 9 de julio. Lugar: Casa de la Juventud. Lleno.

La compañía La Rous representó ayer en la Casa de la Juventud su obra La casa del abuelo ante el público familiar que completó el aforo de la sala. Un escritorio antiguo se convierte en el escenario donde surgen multitud de vivencias compartidas por un abuelo y su nieta. De sus cajones aparecen numerosas estancias que invitan a recordar momentos llenos de ternura. Historias de personas que sobrepasan la barrera de la muerte gracias a la memoria de quien permanece en este mundo y no olvida a sus seres queridos.

Cualquier persona que asiste a ver La casa del abuelo sin programa de mano se pregunta qué tiene que ver el título con lo que a primera vista observa en escena. En el desarrollo de la representación muestra con sorpresa el ingenio con que la compañía crea espacios a partir de un escritorio como si por arte de magia se tratase. Una verdadera muestra de creatividad. El artificio de su escenografía va en consonancia con la actriz-manipuladora que conduce la representación. Rosa Díaz realiza un trabajo medido al milímetro. Su interpretación la hace en el tono justo para mantener al espectador atento en todo momento, con la sencillez propia de quien sabe comunicar sin tener que demostrar algo en escena. Como muestra de ello fue el sonoro y extenso aplauso que el público le ofreció al finalizar la obra.

La casa del abuelo, el primer espectáculo de Rosa Díaz y su compañía La Rous, ha llegado a la Feria de Palma del Río con el premio FETEN 09 al mejor espectáculo debajo del brazo y posiblemente no sea el único que reciba. Un buen comienzo para esta compañía nueva y llena de experiencia. Su buena acogida también se debe al tema escogido para su representación, con el que un espectador de cualquier edad se identifica. Puede que tener descendencia y tener nietos sea la forma más accesible para lograr la inmortalidad. Pero también hay que ser un buen abuelo.

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