Candiles, ataifores, capiteles, lebrillos, tinajas, espadas, puntas de lanza, marmitas, fustes... La exposición permanente del Centro de Interpretación de Medina Azahara constituirá un recorrido por la historia de la ciudad palatina a través de 163 piezas originales procedentes en su mayor parte de los fondos del conjunto arqueológico, todas ellas de gran calidad y en muchas ocasiones de carácter único. Esta propuesta museográfica es uno de los alicientes más poderosos de la nueva sede de Medina Azahara, que incluirá también un teatro virtual, maquetas con proyecciones, dispositivos interactivos para potenciar la participación del público y un audiovisual que explicará la historia de la ciudad construida en el siglo X.

Una rotunda intención didáctica recorrerá todo el centro de interpretación. El objetivo es claro: explicar Medina Azahara de una manera sencilla pero rigurosa. Preparar al visitante para el recorrido por el yacimiento, que a partir de la inauguración del centro, en septiembre, se realizará desde abajo hacia arriba. Otorgarle herramientas para que comprenda en toda su magnitud la relevancia histórica de la ciudad construida por orden de Abderramán III. En este planteamiento pedagógico se sitúan tanto el audiovisual que será proyectado al comienzo de la visita como los elementos interactivos, el teatro virtual y las maquetas.

El centro, según el diseño elaborado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, adoptará un discurso unitario, fácilmente comprensible y que se asienta en criterios de flexibilidad y una capacidad de renovación que permitirá su adecuación a los avances en la investigación del conjunto arqueológico.

El discurso de la exposición permanente se organiza temáticamente y muestra que la ciudad no vivió aislada sino que se relacionó con Córdoba, con el resto de Al-Ándalus y con el mundo mediterráneo en general. Reflejará cómo se articulaba en la ciudad el abastecimiento de agua, la procedencia de los materiales constructivos y las comunicaciones con otras comunidades. Sobre la ciudad y sus habitantes, la muestra realizará un recorrido por los aspectos más destacados de la madina, incluidos los hábitos y las costumbres de sus ciudadanos y gobernantes. Los visitantes también conocerán cómo fueron tanto la destrucción como los procesos de recuperación de la ciudad.

El principal contacto físico del público con la realidad histórica del conjunto se producirá a través de las 163 piezas originales expuestas, de variado carácter: ornamental, constructivo, bélico... El célebre cervatillo de Medina Azahara compartirá protagonismo con otros objetos singulares: una variada colección de recipientes de cerámica, elementos procedentes de columnas, armas, monedas, frisos, lucernarios e incluso una cajita de marfil cuya inscripción cúfica informa de que está dedicada a la poetisa Wallada y fue realizada en la ciudad palatina.

El centro, que queda soterrado con objeto de evitar el impacto visual sobre el conjunto arqueológico, tiene una superficie construida de 7.293 metros cuadrados, divididos entre los 3.804 de la planta sótano, los 3.463 de la planta semisótano y los 26 de la primera planta. Cuenta con casi 8.000 metros cuadrados de aparcamientos. En sus dos plantas tienen cabida espacios públicos para uso y disfrute de los visitantes y dependencias para el trabajo diario de los especialistas y técnicos del conjunto.

El Centro de Interpretación de Medina Azahara está llamado a modernizar las instalaciones de la ciudad palatina y reforzar la presencia del yacimiento en el mapa de los espacios arqueológicos más importantes de Europa. Además, pretende ser un elemento que contribuya a que el turismo internacional vinculado a la cultura visite Córdoba en mayor medida.