Cultura

Maruja Torres, Premio Nadal 2009

  • La periodista y escritora ha ganado con la obra 'Esperadme en el cielo', una novela de 'fantasmas' protagonizada por la propia autora, que se reencuentra con dos amigos ya fallecidos.

La periodista y escritora Maruja Torres ha ganado la 65 edición del Premio Nadal con la obra Esperadme en el cielo, una novela de 'fantasmas' protagonizada por la propia autora, en la que se reencuentra con dos amigos ya fallecidos, Terenci Moix y Manuel Vázquez Montalbán.

En ese reencuentro en el más allá, los tres crean una atmósfera mágica y juntos rinden un homenaje a un determinado tiempo pasado mientras realizan paseos por el Raval barcelonés o el madrileño Parque del Retiro.

El jurado del Premio Nadal ha seleccionado como novela finalista la obra El libro del amor esquivo, de Rubén Abella, novela que toma como referencia el Libro del Buen Amor del Arcipreste de Hita, aunque adaptado a las circunstancias del siglo XXI.

En la misma velada literaria de todas las noches del Día de Reyes se ha fallado también el 41 Premio Josep Pla de narrativa en catalán, que ha recaído en el periodista Gaspar Hernández por la novela El silencio, en la que el narrador mantiene un monólogo con Umiko, una joven japonesa, enferma de cáncer, que cree en la medicina alternativa y en concreto en el poder curativo de la voz.

Biografía de los galardonados

Maruja Torres, ha quedado inscrita esta noche en el exclusivo club de ganadores de los dos premios literarios hispanos más importantes y de larga tradición, el decano Nadal y el mejor dotado Planeta.

En ese reducido grupo privilegiado, además de Maruja Torres cuentan en sus vitrinas con ambos premios literarios autores como José María Gironella, Luis Romero, Ana María Matute, Jesús Fernández Santos, Carlos Rojas, Rosa Regàs, Lucía Etxebarria y Juan José Millás.

Aunque en su DNI dice que es María Dolores Torres Manzanera, el gran público la conoce como Maruja Torres, la firma con la que estampa sus habituales columnas y artículos en el diario El País.

Maruja Torres (Barcelona, 1943) creció en el barrio Chino barcelonés, donde vio como su padre abandonaba a la familia cuando ella tenía siete años.

Sin formación académica, comenzó a trabajar de mecanógrafa a los 14 años y deambuló por diversas empresas hasta que, en 1963, entró como secretaria y redactora en la sección 'Página Femenina' del diario La Prensa, que pertenecía al Movimiento.

En 1965 ingresó en la revista Garbo como "chica para todo", y allí permaneció durante seis años. Paralelamente, colaboraba con la revista de cine Fotogramas, en la que realizó sus primeros artículos de opinión así como entrevistas.

Posteriormente trabajó de 'freelance' en diversas publicaciones, como El Papus, Por Favor (con sección fija titulada 'La ventana indiscreta') y La Calle.

En septiembre de 1981 se trasladó a Madrid, para trabajar bajo la dirección de Rosa Montero en el Dominical Color de El País, y poco tiempo después, en febrero de 1982, pasó a formar parte de la plantilla del citado diario, en la sección de Cultura.

Tras un breve período profesional en la redacción de la revista Cambio 16, volvió a El País como reportera y columnista, un trabajo con el que fue testigo de excepción de la muerte de su compañero y fotógrafo, Juan Antonio Rodríguez Moreno, por disparos de las tropas de EEUU el 21 de diciembre de 1989 tras la invasión de Panamá.

Es autora de los libros: ¡Oh, es él! (1985), sobre el cantante Julio Iglesias y el fenómeno de la prensa del corazón.

También ha escrito las novelas Ceguera de amor (1991), en la que ironiza sobre los acontecimientos del V Centenario del Descubrimiento de América; Un calor tan cercano (1997), Mujer en guerra (1999), sobre su vida periodística; Mientras vivimos (2000), Premio Planeta en 2000; Hombres de lluvia (2004), ambientada en Beirut y con la muerte en Barcelona de un corresponsal de guerra; y La amante en guerra (2007), novela que comenzó a escribir después de ser evacuada de Beirut por la invasión israelí.

Comprometida con causas sociales solidarias, se ha manifestado en contra de la Ley de Extranjería (2001), pidió la investigación por el hundimiento del Prestige (2002), se opuso a la guerra del Golfo (2003), ha pedido el voto para partidos de la izquierda, hizo campaña en favor del Estatut catalán (2006) y denuncia la situación que se vive en Líbano, país que visita con bastante asiduidad.

El finalista del Premio Nadal, Rubén Abella (Valladolid, 1967), licenciado en Filología inglesa y con un máster en Literatura Norteamericana por la Universidad de Adelaida (Australia), cuenta prácticamente sus libros por premios.

En 2007, ganó el XI Premio Vargas Llosa NH de Relatos por No habría sido igual sin la lluvia, cuatro años antes ya había obtenido el XIV Premio de Narrativa Torrente Ballester por su novela La sombra del escapista.

También es autor de relatos y artículos aparecidos en Hullabaloo (periódico de Nueva Orleans), diversas publicaciones australianas y aparece asimismo en Voicing the Difference, una antología de autores de origen extranjero residentes en Australia, publicada en 1990-1994.

Gaspar Hernández (1971), ganador del Premio Josep Pla de narrativa en catalán, ejerce habitualmente como periodista radiofónico y columnista en publicaciones como Avui o Presència.

Hernández es autor de los libros Mandra, publicado en 2002 por Dèria Editors, editorial en la que también apareció una biografía suya sobre el periodista Josep Cuní (1995), y de El llibre de les emocions : històries que et connecten amb la vida (La Esfera de los Libros, 2006).

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