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Lorca 'vuelve' al histórico Hotel España de Lanjarón

  • El establecimiento granadino donde el poeta y familia se alojaron celebra un siglo de existencia

Lorca 'vuelve'  al histórico Hotel España  de Lanjarón

Lorca 'vuelve' al histórico Hotel España de Lanjarón

"Hacia el 15 de agosto, creo que desde el año 1923 o 1924, íbamos toda la familia dos semanas a tomar las aguas de Lanjarón, que le sentaban muy bien a mi madre. Seguimos yendo a Lanjarón hasta el año 1935. Vivíamos en el Hotel España, que era entonces el mejor y estaba muy cerquita del Balneario. A Federico le hacían feliz esos días y allí escribió algunos de los romances gitanos", cuenta Isabel García Lorca, hermana de Federico García Lorca, en su libro de memorias Recuerdos míos acerca de la estancia del poeta en el histórico hotel.

Precisamente, el hotel acaba de celebrar por todo lo alto sus cien años de vida con una fiesta de época. Los organizadores, Francisco Gálvez e Isabel Bonet, entre otros, todavía saborean "la satisfacción y alegría" de haber conseguido el objetivo marcado: hacer un viaje en el tiempo hasta llegar a aquella etapa de esplendor en el que el Hotel España junto a otros hoteles fueron partícipes del despegue turístico de Lanjarón, convirtiéndolo en uno de los destinos más conocidos y visitados de España".

Alrededor de 350 personas asistieron en el evento, en el que pudieron disfrutar de una conseguida ambientación y recreación de las veladas de aquellos veranos de principios del siglo XX. Decoración, vestuario, música, degustaciones de dulce-salado… La fiesta lo tenía todo. Hasta una actuación flamenca con Sensi Martos como protagonista donde se recrearon poemas y vivencias del poeta granadino en Lanjarón a través del cante, los versos y el baile.

Pero antes, un actor caracterizado del dramaturgo español más universal recibía a los asistentes en la entrada del hotel. La expectación fue mayor horas antes cuando lo vieron bajarse de un coche de los años 20, en el que tuvieron la oportunidad de pasear todos los que tuvieron ese capricho.

El Hotel España continúa siendo un símbolo y el único superviviente de la gran cadena hotelera que había a primeros de siglo pasado. Un establecimiento que se conserva tal y como estaba, tanto el edificio como con la línea de explotación turística con la que nació. Fue el 31 de enero de 1917 cuando el hotel abrió sus puertas para saludar al cortejo de su Majestad Alfonso XIII a su paso por Lanjarón hacia La Alpujarra.

Infinidad de huéspedes han pasado por el hotel: muchos miembros de la realeza como el príncipe Gabriel de Borbón; el Conde de la Conquista de Ronda; el Conde de Padul; el Marqués de la Torre de Orán; el Marqués de Castellón; los Condes de Villapadierma; la Marquesa de Santa Teresa; la Marquesa de Casa Pavón; la Marquesa de Diéchar; la Marquesa Cavaciese, el Conde de Calatrava; la Marquesa de Hust; la viuda de Sacarello; y la Familia Real de Marruecos. También lo más granado de los intelectuales y artistas como Manuel de Falla; Santiago Rusiñol; Jose María Lopez Mezquita; George Apperley; José Pareja Yébenes; Luis Seco de Lucena; el torero Manolete; y nuestro gran poeta internacional el poeta Federico García Lorca acompañado de su familia durante el verano del año 1923 al 1935.

Además, el establecimiento cuenta con joyas tan preciadas expuestas y abiertas al público como las estancias donde se alejaba la familia Lorca y el piano que compartían Manuel de Falla y el poeta para animar las veladas en el hotel.

Estancias lorquianas

Los actuales propietarios del establecimiento han decidido abrir al público aquellas estancias (la 207 y la 207 B) que fueron ocupadas por la familia Lorca durante los veranos de los años 20 y 30. Isabel Molina Bonet, propietaria del Hotel España, señala que "durante los veranos de los años 20 y 30 la familia de Federico García Lorca se hospedada durante 45 días en el Hotel. Y allí el dramaturgo hacía su vida, seguía escribiendo sus obras y se inspiraba en otras nuevas, y donde también le escribía a todos sus amigos". Material histórico y de gran valor que además permanece expuesto en el mismo hotel, concretamente en el Bar Restaurante el Balcón de Lorca.

Las habitaciones que se han abierto al público no han hecho mucha falta acondicionarlas para las visitas ya que las propias habitaciones se conservaban intactas. "El suelo es el mismo que tenía el hotel cuando abrió sus puertas por primera vez hace un siglo, en el año 1917, y contaba con habitaciones grandes, con varias dependencias', una para los padres y otra para los hijos, una de ellas con un gran ventanal con vistas impresionantes, que era la que usaba Federico para escribir", añade Bonet.

La hermana de Lorca manifiesta además en su obra Recuerdos míos que "Federico hacia vida de Balneario y se reunía por las mañanas con un grupo increíble de gente, era punto fijo en esta tertulia, donde era muy querido. Mi padre no iba al balneario. Se quedaba leyendo la prensa en la terraza del hotel, que era muy agradable. Nosotros acompañábamos a mi madre a tomar la curativa capuchina. Después volvíamos a desayunar los memorables buñuelos que se hacían en Lanjarón, los mejores que he comido en mi vida. Por las noches había reunión en el salón del hotel y muchas veces bailábamos porque Federico se prestaba a tocar el piano".

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