Décima edición

Llamas de flamencura

  • Los cantaores Carmen Linares, Arcángel y Marina Heredia inauguran en la plaza de las Tendillas la décima edición de una cita que saca a las calles de la ciudad a miles de personas.

Cuando sonaron los primeros acordes en el escenario de Las Tendillas, la céntrica plaza ya hervía de ganas de flamenco. Ni los 35 grados que marcaba el termómetro, ni la ola de calor, ni la flama que ascendía desde el pavimento hacían sombra a las tres voces que anoche inauguraron la décima edición de La Noche Blanca del Flamenco. Tres grandes figuras con las que esta cita celebró una década de vida acercando a todos los públicos las variantes del arte jondo.

Carmen Linares, Arcángel y Marina Heredia abrieron otra noche para el recuerdo en la que miles de cordobeses y visitantes llenaron las calles de la ciudad, desafiantes al calor que, debido a las fechas en las que se celebra esta cita, suele acompañar siempre. Pero una cosa es el calor y otra la llama. Llamas en el aire -casi irrespirable- y en los escenarios, donde la flamencura tomó protagonismo desde que la voz de Arcángel (con un chaleco en recuerdo a Enrique Morente) abrió el concierto de Las Tendillas. Miguel Ángel Cortés y José Quevedo Bolita acompañaron a la guitarra, Paquito González a la percusión y la bailaora Patricia Guerrero actuó como artista invitada.

El público disfrutó de una propuesta conjunta de estos tres artistas andaluces, que compartieron el tablao de la céntrica plaza. La debutante en La Noche Blanca Carmen Linares y los ya viejos conocidos de esta cita Arcángel y Marina Heredia prendieron, con una bulería, la mecha de una larga velada de más de ocho horas de duración en la que la magia se extendió desde Las Tendillas hasta todos los rincones del Casco Histórico, sin olvidar algunos barrios en una intención de repartir a los asistentes y descentralizar el acontecimiento.

Anoche no hizo falta caldear el ambiente, el público ya venía animado para disfrutar de una velada que volvió a lugares tradicionales como el Patio de los Naranjos, el Compás de San Francisco, la plaza de la Corredera y la Puerta del Puente, pero también incorporó otros como la plaza de Aljarilla de Villarrubia, el patio de la Asociación de Vecinos Alcázar Viejo o el bulevar Hernán Ruiz. Doce escenarios compusieron una muestra que fue desde el flamenco de raíz de El Pele o Merengue hasta la fusión de Simo Baazzaoui, pasando por las músicas más alejadas al arte jondo, como la del cordobés Mario Díaz o la de Miguel Campello, el encargado de cerrar la noche.

Mientras la fiesta en Las Tendillas casi comenzaba, los ganadores del último Concurso Nacional de Arte Flamenco se preparaban para su actuación en el Alcázar Viejo prevista para las 23:00. Un entorno inigualable, lleno de tradición, para mostrar todo el talento del guitarrista cordobés El Currito, el cantaor José Anillo y el bailaor Barullo.

También se preparaba a esa hora en el parque Madre Coraje el cuarteto Las Migas, formado por Alba Carmona (voz), Marta Robles (guitarra), Alicia Grillo (guitarra) y Roser Loscos (violín), que exhibieron una muestra de su fusión, que algunos denominan como canción mediterránea. Y más flamenco hubo en la plaza Aljarilla de Villarrubia, donde nueve cantaoras cordobesas (Isa Durán, Rocío de Dios, Inma de la Vega, Elena Morales, Rocío Luna, Lucía Leiva, Verónica Moyano y Cristina Pedrosa) rindieron homenaje a artistas flamencas que fueron a contracorriente en un mundo en el que el hombre llevaba la voz cantante.

Ya a medianoche, el bulevar Hernán Ruiz acogió a Mario Díaz y su Rock my Reggae en un concierto en el que el cantante y compositor cordobés repasó algunos de sus temas más conocidos, tanto de su carrera en solitario como de su etapa con Los Aslándticos. Mientras tanto, la bailaora Ana Morales presentó en el entorno de la Calahorra un montaje basado en la tradición vista desde la actualidad.

Otro homenaje que trajo la noche se realizó en el Patio de los Naranjos. En este caso, seis tocaores -Merengue de Córdoba, Juanma El Tomate, José Tomás, Jesusito Gómez, José Luis Antolí y Juani Marín- recordaron a cinco guitarreros cordobeses con su instrumento más preciado y el acompañamiento de un vídeo mapping.

Y de homenajes iba la noche: la plaza de San Agustín reunió a Pedro El Granaíno, Jorge Pardo y Patrocinio Hijo para traer a la memoria a Camarón de la Isla -de cuya muerte se cumplen 25 años-, Paco de Lucía y Enrique Morente en el espectáculo Leyendas. A esa misma hora el Compás de San Francisco acogía un recital del guitarrista flamenco marroquí Simo Baazzaoui, que dio paso en la plaza de la Corredera a Gitanerías, con las veteranas voces de El Pele, Lole Montoya y El Calli.

Los últimos de esta cálida noche fueron Manuel Lombo y Miguel Campello. El primero presentó en la plaza del Potro sobre las 03:30 Origen, una propuesta ajustada a la esencia del cante jondo; mientras que el segundo fue el encargado de cerrar, sobre las 05:00, esta décima cita con el flamenco en el sitio donde tradicionalmente se clausura, la Puerta del Puente.

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