Un equipo científico de la Universidad tinerfeña de La Laguna desarrollará durante el próximo mes de julio una campaña arqueológica para investigar un nuevo yacimiento hallado de manera fortuita el pasado mes de mayo en un olivar ubicado en la zona norte del término municipal egabrense. Según los primeros indicios podría tratarse de una cueva artificial datada inicialmente en el Neolítico (en torno a 2.600 años a. C.) en cuyo interior se podría encontrar un enterramiento colectivo.

Cinco técnicos y tres operarios conformarán el plantel de investigadores que abordarán el estudio de este nuevo yacimiento, dirigido por los doctores en Prehistoria Dimas Martín y María Dolores Camalich y el antropólogo físico Ayoze Trujillo. Precisamente, este último destacó la importancia que presenta este enterramiento pues los cuerpos que se encuentran bajo la bóveda descubierta no han estado expuestos a alteraciones externas, lo que podría dejar la puerta abierta a estudios del ADN de estos restos. Para ello cuentan con un equipo colaborador de la Universidad de Stanford (California, EEUU) especializado en este tipo de trabajos que podría hacer posible la obtención de resultados "en la primavera de 2016", comentó la profesora Camalich, quien subrayó que los resultados que arrojen podrán ayudar a comprender mejor cómo vivieron y murieron los pobladores neolíticos de Cabra.

"Normalmente estos yacimientos no son aislados", indicó Martín, que no descartó que en esta zona se hallen más restos arqueológicos que testimonien la presencia de un asentamiento en esta zona del municipio, aunque advirtió que de momento es prematuro confirmar estos supuestos, al menos hasta que no comiencen las excavaciones.

"La cámara es circular, abovedada", describió el delegado en funciones de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de Cabra, Javier Ariza, señalando que "la superficie parietal está descompuesta en su parte superior" y en una colmatación interior "afloran de forma parcial" restos óseos humanos como "una mandíbula inferior de individuos adultos, un húmero y un fragmento de pelvis también de adultos", así como "dos fragmentos de cráneo", concretó.

Este descubrimiento entronca con otros yacimientos andaluces del mismo periodo como el Torcal de Antequera (Málaga) o la Necrópolis de los Algarbes en Tarifa (Cádiz), circunstancia que podría incrementar el conocimiento sobre estas poblaciones prehistóricas.