Todo está listo para la salida al mercado del nuevo disco de Los Aslándticos, Lo bueno, que verá la luz el 1 de octubre. Con este proyecto autoeditado, optimista y con el afán de superación por bandera, el grupo cordobés le canta a un mundo que todavía está "fatal de los nervios", según Bueno Rodríguez, uno de sus integrantes, pero que esconde también muchas cosas buenas que pasamos por alto.

-¿Qué evolución han vivido desde los comienzos en 2005?

-Hemos tratado de ir mejorando: queremos hacerlo cada vez, como mínimo, tan bien como en el disco anterior. En este disco la evolución parte de ahí: nos la hemos congeniado de manera que la calidad de las canciones y del sonido fuera mejor que la del anterior. En cuanto a estilo, no hay mucha diferencia con Mi primer día, ha habido una progresión dentro de la misma onda. Hemos querido respetar lo que somos y lo que la gente pretende encontrar en nuestra música.

-En cuanto a las letras, ¿se han visto influenciadas por la situación política y social que estamos atravesando?

-Claro. Tenemos los pies en la tierra, sabemos dónde estamos. Hemos reflejado lo que es digno de reflejar: todos los movimientos ciudadanos, lo que sucede a nuestro alrededor. Hay una canción que acompaña a la gente que se echa a la calle para luchar por cosas, sin cerrarnos al movimiento 15-M o a Stop Desahucios. También hay otra contra la violencia de género, pero desde un punto de vista muy aslándtico: habla de una mujer que ha superado el problema y se alegra de lo bien que está ahora.

-¿Buscan que la gente se identifique con sus canciones?

-No es eso, sino que hablamos el mismo idioma que la gente de la calle y por eso nos situamos cerca del público. Las letras son sencillas y hablan de las expectativas que puede tener una persona, de lo difíciles que están las cosas, de las ganas que la gente tiene de levantar el ánimo...

-En Córdoba hay un gran cariño hacia el grupo. Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero a ustedes no se les aplica...

-Hemos tenido mucha suerte. La gente de aquí nos recibió desde el principio con los brazos abiertos y nos ha ido apoyando en todo lo que hemos hecho. Por eso intentamos que la gente de Córdoba note nuestro agradecimiento. De ahí que el disco se llame Lo bueno: queremos ofrecerles lo mejor.

-¿Qué tal ha sido la experiencia en el extranjero?

-La acogida ha sido estupenda. Nos hemos quedado sorprendidos de estar en África o en la frontera de Bielorrusia y que la gente lo flipe. Eso te hace ver que estás transmitiendo una emoción y que la música no entiende de idiomas. Es un subidón porque te das cuenta de que las cosas funcionan. Y es que nosotros cuando nos montamos en un escenario estamos haciendo lo que más nos gusta hacer en la vida y para lo que nos entregamos las 24 horas del día, damos el cien por cien y ahí no hay trampa ni cartón.

-¿Se nota la experiencia?

-Se nota tanto para lo bueno como para lo malo. Para ciertas cosas tienes más tablas, pero a la vez eres consciente de la responsabilidad que tienes y de que tu público viene con una idea de lo que va a encontrar y está esperando ver qué es lo que has hecho esta vez.

-¿Creen que este disco va a cumplir las expectativas?

-La gente va a encontrarse lo que queríamos plasmar en él, que es un sentimiento positivo. De lo malo se sabe demasiado: si pones la televisión sólo vas a ver cosas malas, pero alrededor de todo el mundo, en el día a día, hay un montón de cosas buenas y nos estamos desacostumbrando a verlas. Pasas el día fijándote muchísimo en que te ha ido mal en el trabajo o que no tienes dinero, pero no caes en la cuenta de que tus colegas te están esperando para darte una vuelta o de que tienes suerte porque tu madre está contenta. Nos gustaría pensar que servirá de algo, es una pregunta que queremos hacerle a la gente: ¿qué es para ti lo bueno?

-Esta vez han optado por la autoedición.

-Es una experiencia dura porque corres el riesgo de que te salga mal. Pero está claro que hoy en día no puedes esperar a que venga una discográfica y te haga un pedazo de contrato. Además, esto te da la posibilidad de hacer lo que quieras: no hemos escatimado en contar con músicos o en irnos a masterizar a Nueva York.

-Cuentan con dos colaboraciones femeninas.

-Tenemos unas colaboraciones de lujo. En Bien por ti, la canción contra la violencia de género, colabora Arianna Puello (Ari), una rapera española que es un icono vivo del hip hop español y que nos ha dejado con la boca abierta. En Mi vida duerme, que es la rareza de este disco, colabora Amalia Barbero (Lya). Es una nana, y parece de la banda sonora de La Bella y la Bestia.

-¿Cómo enfrentan el nuevo modelo discográfico?

-Lo enfrentamos desde el trabajo, y como siempre hemos estado a pico y pala, realmente no lo notamos demasiado. Sí que es verdad que a tu alrededor te das cuenta: han caído muchos festivales, es cada vez más difícil que te paguen dignamente una actuación... Como siempre, lo intentamos ver desde un lado positivo y creemos que de todo se sale. No podemos hacer otra cosa que aprovechar lo que tengamos en las manos, buscar alternativas. Al fin y al cabo los cambios acaban siendo buenos, esperemos que dentro de cinco años haya una escena nueva.