Cultura

El Festival de la Guitarra cierra con un 26% más de asistentes que el año pasado

  • Los conciertos multitudinarios de Rosendo, Dylan, Serrat y Sting acaparan el 73% de los 24.236 espectadores Para 2016 se quiere potenciar la igualdad de acceso y la innovación

El Festival de la Guitarra recupera espectadores después del gran descenso sufrido en 2014, cuando después de muchos años se bajó de los 20.000 (19.200). Esta nueva edición finaliza con un 26,2% más de público que la pasada, un total de 24.236 asistentes, y se alcanzan valores similares a los de 2011. La teniente de alcalde delegada de Cultura y presidenta del Instituto Municipal de las Artes Escénicas (IMAE), María del Mar Téllez, destacó ayer que "se ha llegado a la parte más dulce del balance porque las cifras han sido un completo éxito". Aunque el festival vuelve a los datos de asistencia de años atrás, siguen existiendo importantes desigualdades en los conciertos en materia de público. Sting reunió el pasado domingo a 8.500 espectadores en la Plaza de Toros y el Teatro de la Axerquía tuvo sus mejores entradas con Serrat (2.500 asistentes), Rosendo (2.800) y Bob Dylan (más de 4.000). Más de 17.000 personas estuvieron presente en los cuatro grandes conciertos, es decir, el 73% de los asistentes del festival se registraron gracias a la celebración de estas actuaciones. Los 7.000 restantes se repartieron entre el Gran Teatro y el Teatro Góngora, dos espacios en los que no se consiguió colgar el cartel de aforo completo. Jorge Pardo/Pepe Habichuela, Chano Domínguez/Niño Josele y José Antonio Rodríguez fueron los que más público consiguieron congregar en el Gran Teatro, mientras que en el Góngora fueron, una vez más, David Russell y Manuel Barrueco.

A pesar de que los registros han mejorado considerablemente, siguen sin alcanzarse las astronómicas cifras de 2010 (con 32 conciertos en su 30º aniversario), cuando se sobrepasaron los 40.000 espectadores, o en 2007, año en el que se llegó por primera vez a los 30.000. En las comparaciones entre ediciones no solo se ha de tener en cuenta el público, sino también el número de conciertos, que suele variar entre 20 y 30, con el tope de 32 en 2010. Esta edición ha sido una de las más reducidas en cuanto a número de actuaciones. Estaban programados 20 conciertos, pero solo tuvieron lugar 19, ya que Ana Vidovic no pudo tocar por problemas técnicos en el vuelo que la trasladaba desde Filadelfia hasta Madrid. También hay que tener en cuenta que hay años con puntuales citas masivas, como en esta ocasión, que acaparan un porcentaje significativo de la asistencia total. Los mejores datos del siglo coinciden con ediciones en las que ha habido, al menos, un concierto de estas dimensiones. En 2004 se registraron 28.400 asistentes, de los cuales 7.000 acudieron al concierto de Bob Dylan. En 2007, 12.000 de los 30.790 espectadores se congregaron en la cita de Serrat y Sabina en el Arcángel; y en 2013 Alejandro Sanz consiguió aglutinar a más de un tercio de las 24.630 personas totales de esa edición.

El festival también dispone de un amplio programa para estudiantes. En esta ocasión se realizaron 13 acciones formativas (11 cursos y dos masterclass) con la participación de 228 alumnos, de los que 129 eran nacionales y 99 extranjeros. Los no nacionales llegaron de 21 países diferentes, destacando Estados Unidos, Gran Bretaña, Suiza, Italia y China. "La afluencia de alumnos extranjeros nos indica la proyección internacional que tiene el festival y, en particular, todo lo que tiene que ver con la opción formativa", explicó ayer Téllez. La gran relevancia que tiene la guitarra y el festival de Córdoba se demuestra también con los lazos de cooperación que se han creado con el Guitar Art Festival de Belgrado. Esta expansión internacional ya comenzó, el año pasado, cuando se establecieron vínculos para trabajar conjuntamente con el Festival de Adelaida, en Australia. La gran novedad viene este año de la mano de las redes sociales, con más de 275.000 reproducciones en YouTube y más de 283.000 visitas en la web del festival.

"Quiero que me sirva este balance para valorar lo bueno que hemos conseguido y para comenzar a sentar las bases de lo que será el festival en el año 2016", afirmó Téllez. Desde el IMAE quieren conservar todas las singularidades que caracterizan al festival y, al mismo tiempo, abrirlo hacia la innovación, con la finalidad de incrementar la participación, potenciando la igualdad de acceso a todos los cordobeses y la flexibilidad a personas con discapacidad.

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