Cultura

Dany Ruz retrata la vulnerabilidad de los mayores y una Montilla vacía en el corto 'El ciprés'

El corto 'El Ciprés', de Dany Ruz.

El confinamiento ha supuesto el vacío prácticamente total de las calles de las ciudades y pueblos de todo el país. Un silencio social que solo se perturbaba con los trabajos de limpieza y desinfección, tan necesarios en la lucha, y con el paso de quienes iban a comprar o, como mucho, a pasear al perro. Con las persianas de los establecimientos hasta el suelo y los vecinos en los balcones, municipios como Montilla han vivido una realidad totalmente desconocida y que seguramente va a dejar marca en el futuro más cercano.

El caso de esta ciudad de la Campiña Sur ha quedado retratado a través del corto El ciprés, de Dany Ruz. El cineasta resalta a través de las imágenes cómo han lucido las calles en los últimos dos meses, que conjuga con una narración que demuestra la vulnerabilidad de los más mayores, a quienes está dedicado el corto. Ruz señala que su intención era "registrar visualmente nuestras calles vacías, algo histórico y que no puede caer en el olvido".

Así, una vez que filmó las imágenes le resultaron "potentes y el texto salió solo". El guion fue escrito por el creador montillano en base a las conversaciones que iba teniendo con sus abuelas, mientras que en el corto está narrado por la actriz Masi Rodríguez, que ya ha trabajado con Ruz en producciones como Boutade.

El corto ha sido compartido por personas de toda España y el cineasta considera que el secreto está en que la situación se ha vivido de forma similar en muchos hogares, por lo que en este caso "Montilla ilustra a todo el mundo". Así, la combinación de las imágenes, el texto y una música creada también por Dany Ruz, El ciprés queda como un llamamiento "para ser más responsables en el futuro".

En este sentido, apunta que ha dedicado el vídeo a los más mayores porque "todos hemos estado en esta situación, pero una parte de la población lo ha pasado realmente mal". Por ello, Ruz ha intentado dar "un toque de atención", distanciándose del tipo de vídeos que se han hecho durante la cuarentena a través de los que "hemos intentado huir de la realidad".

Sin embargo, Ruz pone el foco directamente en la realidad de lo que ha pasado y en los sentimientos que han estado relacionados con el tiempo. La imágenes y la narración acompañan al espectador a través del viaje por la realidad exterior -la de las calles- y la interior -la de los sentimientos y las relaciones- de uno de los momentos más difíciles de los últimos tiempos

El fin de este viaje es el propio cementerio, donde se encuentra el árbol que da nombre al cortometraje. El ciprés es uno de los símbolos de los camposantos y, como recuerda Ruz, "al crecer de forma vertical se cree que ayuda a las almas a ascender". Quizás El ciprés actúe igual, y en cierto modo ayude a las almas de quienes no han podido superar la situación, mientras que se mantiene para los demás como un recuerdo y un símbolo de una realidad a la que aún le quedan algunas escenas más.

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