La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico ha aprobado el proyecto para la limpieza y consolidación de la torre alminar de San Juan de los Caballeros, ubicado en la plaza de San Juan, junto a Colegio de las Esclavas. Se trata de las fases dos y tres de este proyecto, promovido por la Asociación Centro Histórico de Córdoba.

La memoria del proyecto divide las actuaciones en cinco grupos El primero está enfocado a trabajos iniciales como la limpieza general y retirada de elementos sueltos, la eliminación de la estructura metálica interior y el afianzamiento de sus sillares; y la realización de catas.

La segunda parte se centrará en trabajos de limpieza de excrementos de aves y depósitos, eliminación de las juntas de mortero de cemento, limpieza de suciedades en sillares de piedra caliza y elementos de reposición de intervenciones anteriores, limpieza superficial con eliminación de morteros inadecuados en la bóveda de la escalera, eliminación de manchas de óxido provocadas por la estructura metálica; lijado, decapado y tratamiento de consolidación del dintel de madera de la entrada.

Después llegarán las labores de consolidación de sillares, reintegración volumétrica y reposición de los desprendidos en tramos de escalera y zona superior; consolidación de elementos pétreos de la zona superior de remate de la torre, protección de sillares y reintegración de elementos de ladrillo de la bóveda.

Luego comenzará la recuperación, que incluye las actuaciones necesarias para conseguir el objetivo de accesibilidad y remate superior del monumento. La intervención más destacada es la demolición de la cubierta actual para obtener la imagen primigenia y el valor principal de la torre. El proyecto propone una cubierta plana como remate neutro, sencillo y con el menor impacto visual, con una trampilla que permita el acceso para labores de mantenimiento.

Por último, se colocarán paneles explicativos en el espacio previo de acceso.

Estas actuaciones se agrupan en dos fases de obra. La primera tiene un presupuesto de 46.593,47 euros, mientras que el de la segunda es de 36.018,07 euros.

Bien de Interés Cultural

El alminar de San Juan está declarado Monumento Histórico Artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional y Bien de Interés Cultural (BIC), inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz y catalogado en el Plan Especial de protección del Conjunto Histórico de Córdoba como monumento de la villa. Se encuentra entre los cuatro únicos alminares de España declarados BIC, junto con el del antiguo convento de Santa Clara de Córdoba, conservado también en buena parte de su trazado original.

El alminar es de planta cuadrada con 3,70 metros de lado y conserva un solo cuerpo cuya altura es de 10,92 metros. La fábrica es de sillarejos de piedra caliza aparejados a soga en la zona inferior y de calcarenita con aparejo a soga y tizón en el resto del alzado, salvo la parte superior de los lados este y sur, donde este aparejo islámico ha desaparecido y ha sido sustituido por sillarejos en el primer caso y por mampostería en el segundo.

En su cara sureste se encuentra la puerta de acceso al alminar, que daría probablemente al patio de la mezquita desaparecida. En sus cuatro caras presenta otras tantas ventanas de arcos gemelos de herradura con alternancia de dovelas de piedra y ladrillo y salmer común a ambos lados, separados por una columna con capitel y cimacio que sólo se conserva en el lado occidental. Estas ventanas se sitúan a la misma altura y son ciegas, excepto la que mira al sudeste (al patio).

Por encima, en las caras norte y oeste, corre un friso decorativo compuesto originalmente por siete arquitos de herradura sobre seis pequeñas columnas de mármol con fustes visigodos, de las que se conservan pocos restos y muy deteriorados. Se conservan restos de dos almenas escalonadas, una hallada en la excavación efectuada en el subsuelo en algún momento del pasado siglo y otra que había sido reutilizada como mampuesto en la obra cristiana del campanario.

Esta torre alminar formó parte de una antigua mezquita, construida probablemente durante el siglo IX en la medina cordobesa. Tras la conquista castellana se funda sobre ella la iglesia de San Juan Bautista, cedida a la orden de San Juan de los Caballeros. Durante muchos siglos su imagen original debió de quedar oculta y en relativo buen estado de conservación, siendo reutilizada como campanario con la construcción de un cuerpo superior de campanas. A finales del siglo XIX pasó a formar parte del colegio de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, situación que pervive en la actualidad.

La torre fue identificada como alminar por Ramírez de Arellano en sus Paseos por Córdoba de 1877; y descubierta definitivamente por Félix Hernández en 1927 al iniciar los trabajos de renovación del enlucido exterior, lo que le permitió observar su fábrica de sillares, identificándola como califal. A este arquitecto se debe el desmontaje de las estructuras añadidas al primitivo alminar (el cuerpo de campanas) y la eliminación completa del revoco de mortero de cal que protegía sus fachadas.