artes escénicas

Una 'Carmen' de licra y lentejuelas

  • El Ballet de Víctor Ullate reabre el Gran Teatro tras su adaptación

El Ballet de Víctor Ullate, en el escenario del Gran Teatro.

El Ballet de Víctor Ullate, en el escenario del Gran Teatro. / reportaje gráfico: Juan Ayala

Una Carmen del siglo XXI, contemporánea, vanguardista y rompedora, reabrió anoche el Gran Teatro tras su cierre durante diez meses por las obras a las que se ha sometido para la mejora de su accesibilidad. El Ballet de Víctor Ullate puso sobre el escenario una propuesta actualizada del mito de la mujer fatal sobre el que se basa la novela de Prosper de Mérimée y que más tarde inspiraría la ópera de Georges Bizet. Y para ello contó con la participación de la Orquesta de Córdoba, que estuvo dirigida por Manuel Coves. La formación cordobesa no podía faltar en esta cita tan especial para celebrar la vuelta a la normalidad de la que es su casa.

Lucía Lacarra y Josué Ullate pusieron en escena la historia de amor terrible entre Don José y Carmen. Si en el original la historia se centra en Andalucía y narra cómo un militar de origen navarro destinado en Sevilla se enamora de una bella gitana que lo arrastra hacia el delito, convirtiéndolo en un bandido; en este caso Víctor Ullate ha creado una obra en la que la protagonista trabaja como top model de día y como prostituta por la noche.

La prestigiosa bailarina Lucía Lacarra interpreta a la protagonista de la obra

Licra, lentejuelas, cuero y transparencias para una Carmen transgresora y libre que en la función de hoy estará representada por Martina Giuffrida mientras que Cristian Oliveri será Don José. En la obra, Ullate intenta romper las barreras temporales entre el espectador y los protagonistas. Y lo hace, además de acercando el contexto en el que suceden los hechos, introduciendo elementos novedosos como el personaje de la Muerte como hilo conductor y creando los personajes de las amigas de Carmen, que la rodean, escuchan y aconsejan.

Ullate quiere alejarse de los tópicos en esta nueva propuesta para adentrarse en la esencia de esta historia de amor trágico a la vez que arroja nueva luz sobre uno de los personajes más conocidos de la historia de la literatura universal.

En este montaje, Lacarra se enfrenta a una mujer prisionera de ella misma, que sabe que está jugando con su vida, que vive al límite y va hacia la autodestrucción. Y mientras tanto, lo disfruta, aunque sabe que la muerte la acecha.

Tras diez meses cerrado, el público tenía ganas de Gran Teatro y también de danza, una disciplina que no suele aparecer en la programación del Instituto Municipal de Artes Escénicas (IMAE). Y qué mejor forma que subir de nuevo el telón con el Ballet de Víctor Ullate, el coreógrafo español más internacional.

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