Cultura

La Mezquita regresa a 1844 a través de la fotografía

  • Juan Pedro Revuelta ha recreado en la Bienal de Fotografía la primera imagen tomada en Córdoba; un daguerrotipo realizado por J. Albors desde en Patio de los Naranjos

Daguerrotipo realizado durante el taller de Juan Pedro Revuelta.

Daguerrotipo realizado durante el taller de Juan Pedro Revuelta. / Jordi Vidal

En 1844, el fotógrafo J. Albors realizó la primera captura en imagen de la ciudad de Córdoba: la torre de la Mezquita-Catedral desde el interior del Patio de los Naranjos.

La instantánea, que no ha sido encontrada en la actualidad, fue realizada con la técnica del daguerrotipo, un proceso complejo y frágil que captura la imagen en una placa de metal –generalmente cobre o latón– que necesita ser encapsulada para que no se oxide o el roce haga que se pierda la muestra.

Este tipo de capturas no pueden ser pasadas a papel, lo que las convierte en copias únicas, y puede que este sea el principal motivo por el que no se encuentra la histórica imagen del discípulo de Louis Daguerre, creador de esta técnica.

En esta edición de la Bienal de Fotografía, y con motivo del 175 aniversario de la efeméride, el especialista en técnica de fotografía Juan Pedro Revuelta ha ofrecido este miércoles un taller en el Patio de los Naranjos en el que ha reproducido el daguerrotipo, mostrando los procesos necesarios para que todo salga correctamente.

Como referencia, el fotógrafo ha usado una imagen de 1852 del irlandés Edward King Tenison, un calotipo (método predecesor a la fotografía moderna) que usa el mismo encuadre que la muestra de Albors y que aún se conserva.

Para realizar dos muestras de esta imagen, Revuelta ha necesitado cuatro horas de trabajo. Aun así, el fotógrafo ha requerido varias semanas de estudio para conocer los factores que afectan a la creación del daguerrotipo, como por ejemplo la luz solar.

A pesar de la complejidad del procedimiento, ha afirmado que “trabajar con un proceso tan delicado hace que el resultado valga la pena”.

En el taller ha mostrado cómo hay que revestir la placa con plata y vaporizar con perlas de yodo. Para el revelado final, aunque el método original utiliza mercurio, Revuelta ha optado por el uso de la luz ámbar –aunque también son válidos los rayos solares o un filtro rojo–, lo que lo convierte en un daguerrotipo de Becquerel.

Como resultado, la imagen de la torre de la Mezquita aparece de forma inversa al tratarse “de una imagen en positivo y en negativo al mismo tiempo”, enmarcada y sellada para que no se oxide debido a su “fragilidad” y la imposibilidad de “fijar la imagen de una forma mecánica”.

Revuelta ha explicado que “en un tiempo en el que los fotógrafos tenemos un conocimiento más técnico”, llevar a cabo este proceso supone “un triunfo”. “Para mí, el premio está en el esfuerzo y en el proceso”, ha indicado, haciendo referencia al trabajo sobre el soporte que es necesario para lograr “el premio a la constancia” con el resultado final.

Proceso de realización del daguerrotipo. Proceso de realización del daguerrotipo.

Proceso de realización del daguerrotipo. / Jordi Vidal

Sobre la técnica, ha señalado que es necesario “querer mimar la obra”, haciendo una gran inversión de tiempo y dinero, a pesar de que “no tienes el control de todo, el azar juega un papel muy importante y en cualquier momento se puede llegar a estropear la obra”.

Aunque es especialista en distintas técnicas fotográficas, Revuelta ha asegurado que “con los trabajos que me siento más orgulloso y realizado son los daguerrotipos”.

A pesar de que las nuevas corrientes permiten una amplia gama de posibilidades de trabajo en el ámbito de la fotografía digital, ha declarado que lo que le motiva a trabajar con este tipo de procesos sea “tal vez, el querer ir a contracorriente”.

Además, ha indicado que en la actualidad se ha perdido un elemento que tenían los fotógrafos del siglo XIX, “el contacto con la materia y el trabajo de forma intuitiva respecto a las técnicas”.

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