Cultura

"Argelino no sólo busca comida, sino ser aceptado por la sociedad"

  • Animalario regresa esta noche y mañana a las 21:00 al Gran Teatro con una obra que narra la difícil vida de Argelino, un inmigrante al que da vida Javier Gutiérrez

Javier Gutiérrez es un actor con una importante trayectoria teatral que forma parte de la compañía madrileña Animalario. No obstante, en los últimos tiempos se le ha podido ver en grandes éxitos del cine español como El otro lado de la cama, Días de fútbol, Torrente o Un franco 14 pesetas. Esta noche y mañana, a las 21:00, llega al Gran Teatro como protagonista de la obra Argelino, servidor de dos amos, una adaptación de Alberto San Juan y Andrés Lima de la obra de Goldoni.

-Esta noche llega a Córdoba con la obra 'Argelino, servidor de dos amos' de la mano de la compañía Animalario, con la que además realizó sus primeras actuaciones. ¿Es como volver a sus inicios?

-La verdad es que nunca me he desvinculado de Animalario, de hecho desde que comencé a trabajar con ellos he trabajado ya en cinco montajes. Pero la verdad es que siempre que colaboro con ellos es una autentica delicia. Sus montajes son arriesgados, atrevidos y eso es lo que interesa al espectador.

-En esta ocasión representa a Argelino, ¿cómo lo definiría?

-La obra es una versión del texto original de Goldoni titulado Arlequino, servidor de dos amos. El arlequino del que nos hablaba Goldoni era también un emigrante italiano, pero Alberto San Juan y Andrés Lima querían darle la vuelta al texto y trasladarlo a hoy en día y qué mejor arlequino que un inmigrante que llega en patera a cualquier ciudad europea para poder cumplir sus sueños. No hablamos sólo de encontrar comida, sino que además busca poder integrarse en el sistema y de ser aceptado socialmente.

-Sin embargo, la adaptación de Alberto San Juan potencia el drama del inmigrante, mientras que la obra original era una comedia.

-Es cierto, pero la obra de Goldoni también criticaba las mismas cosas que criticamos nosotros: se habla de la lucha de clases, del poder al que somete el amo al esclavo y de las mil peripecias que tenía que pasar un criado para sobrevivir. Por eso yo no tildaría la obra de Goldoni de una comedia, es más bien una tragicomedia, a pesar de que hay mucho color y el espectáculo es muy vivo y muy colorista.

-Las obras de Animalario siempre llevan consigo la denuncia social, ¿ésta es otra de ellas?

-Sí, claro. Hablamos de cosas que tenemos muy de cerca. Desayunamos, comemos y cenamos con noticias de muertos que llegan a nuestras costas, y no puedes quedarte parado ante eso. Nos metemos en los berenjenales políticos de la eutanasia, de la pederastia... Nos apetecía hablar de estos seres humanos que son personas como nosotros, pero que han tenido la mala suerte de nacer en un mundo que no les deja ninguna posibilidad.

-Su trayectoria como actor se inició en el teatro, al igual que la de otros muchos, pero pronto empezaron a surgir papeles para la gran pantalla. ¿Cree que es un paso indispensable para la carrera de todo actor?

-La verdad es que no. Hay muchos actores con una carrera envidiable y que no han pisado nunca las tablas, sin ir más lejos, Javier Bardem, uno de los actores españoles que más admiro. No obstante, considero que el lugar natural del actor son las tablas del escenario, por lo menos es lugar donde me siento más libre, sin las trabas de un montaje en el cine, en donde ruedas pero no sabes cual va a ser el resultado final, ya que hay un montaje que no depende de ti. Y en la televisión es otro tanto, el ritmo es mucho más relajado. El teatro te ofrece algo que no te ofrecen otros medios, que es la respuesta inmediata del público. Sé al instante qué es lo que funciona y qué es lo que no, y me retroalimento de esa respuesta del espectador. Es algo mágico.

-¿Cuál es la obra que más le ha marcado?

-Creo que de todo se aprende mucho. Incluso de los peores trabajos siempre sacas lecturas positivas y en muchas ocasiones de lo que más se aprende es de los errores. Pero la verdad que estoy muy contento de todo lo que he hecho, y especialmente estoy muy satisfecho de mis trabajos en el teatro en general, y de esta obra en particular.

-¿Cree que para ser un buen actor dramático primero hay que saber hacer reír?

-No necesariamente, pero seguramente será más fácil para un actor que está habituado a hacer comedia transitar por el drama. Arrancar una sonrisa o una carcajada al espectador creo que es más harto difícil que conmover. La comedia es tan desnuda que te deja todo al aire.

-Sin embargo la mayoría de sus papeles en el cine han sido cómicos.

-Así es, aunque también he hecho otros dramáticos. Aunque por otro lado, es cierto que cuando se te ve haciendo un tipo de trabajo y funciona, se te etiqueta o se cuelga un cartel, es muy difícil deshacerse de él. Pero ¡bienvenido sea el trabajo!

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