Divulgación

Alberto Monterroso reivindica en su nuevo libro la importancia de los emperadores de Hispania en la forja de Roma

  • El profesor recorre las vidas y el impacto de Trajano, Adriano, Marco Aurelio y Teodosio en el volumen 'Emperadores de Hispania', que se presenta el martes 26 de abril en el Teatro Cómico Principal

Alberto Monterroso, con su libro 'Emperadores de Hispania'.

Alberto Monterroso, con su libro 'Emperadores de Hispania'. / El Día

Trajano, Adriano, Marco Aurelio y Teodosio han pasado a la historia como los mejores emperadores de Roma y, aunque historiadores de otros países hayan querido soslayarlo, todos ellos eran hispanos. Procedentes de las dos dinastías más longevas de la Historia de Roma, la primera dio emperadores de la talla de Trajano, Adriano o Marco Aurelio, que protagonizaron el Siglo de Oro del Imperio. La segunda, la de Teodosio el Grande, fue la última en gobernar unido todo el Imperio.

El profesor Alberto Monterroso ha convertido esta parte de la historia de Roma en su nuevo libro, Emperadores de Hispania, editado por La Esfera de los Libros, en el que reivindica la "tremenda importancia de la Hispania romana en el conjunto del Imperio, que no ha sido justamente valorada". El volumen se presenta martes 26 de abril a las 19:30 en el Teatro Cómico Principal (Ambrosio de Morales, s/n).

Monterroso, investigador y divulgador de la antigüedad romana, traza, a través de la vida de estos cuatro emperadores, la historia de uno de los periodos más decisivos de Roma y aporta nuevas perspectivas que confrontan con la tradicional visión historiográfica que ha borrado, casi por completo, la relevancia absoluta de Hispania en la expansión territorial, económica y cultural del Imperio.

"Roma es, tanto para sus defensores como para sus detractores, un punto de inflexión en la historia de la humanidad. Los regímenes políticos, la lengua, la cultura, la religión o la sociedad de hoy no se entienden sin la contribución de aquella civilización, que ha inspirado los distintos momentos de la historia posterior de Europa y el mundo", explica Alberto Monterroso. A su construcción colaboró de modo esencial Hispania, "una de las provincias más importantes del Imperio, de gran influencia económica, geopolítica y cultural", y sus cuatro grandes emperadores.

"Hoy día ningún historiador serio puede negar la importancia que adquirió Hispania dentro de la órbita romana, especialmente durante los dos primeros siglos de nuestra era. No solo por la evidencia de autores antiguos como Plinio, Estrabón o Diodoro Sículo, que hablan de ella como una tierra rica, donde los romanos establecieron prósperas ciudades a finales del siglo III antes de Cristo, como Itálica, patria de Trajano y Adriano, o la propia Córdoba, pocos años después, aquella primera colonia que los senadores envían a fundar desde la propia Roma a base de ciudadanos romanos e indígenas escogidos", explica el autor de Emperadores de Hispania.

"Todo momento histórico tiene sus prejuicios y sus recelos, sus intereses y odios, mejor o peor disimulados. Son pábulo en todas las épocas para las noticias falsas y las tergiversaciones, tan de moda hoy. Alimentan leyendas negras inconsistentes y animan a los vándalos a destruir estatuas o tergiversar la historia. Pero con argumentos se demuestran los hechos históricos. Hoy día, se impone reconocer la tremenda importancia de Hispania en la Roma de los siglos I y II después de Cristo y la evidencia de que esa estirpe, la Antonina, la mejor de la historia de Roma, esa en que, según Gibbon –escritor pionero de la Historia de Roma, considerado el primer historiador moderno–, la humanidad vivió feliz, era una excelente dinastía procedente de la actual España, muy preparada militar, económica, política y, sobre todo, culturalmente", sentencia.

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