la violencia social asalta el reino unido Winson Green es la zona más deprimida de Birmingham

El verdadero héroe de Birmingham

  • Tarik Jahan, padre de uno de los tres jóvenes muertos en los incidentes, logra impedir las acciones de venganza

Tarik Jahan se esfuerza por contener las lágrimas. Siente rabia y dolor. El inmigrante de origen asiático está parado en medio de una calle del barrio de Winson Green, un suburbio pobre en Birmingham, rodeado de vecinos enfurecidos.

Algunos quieren vengar la muerte de los tres hombres que fueron atropellados por un automóvil a alta velocidad mientras protegían sus propiedades como consecuencia de sucesos violentos en el Reino Unido.

"El que también quiera perder a un hijo que dé un paso al frente", dijo el hombre de cabello gris, sólo pocas horas después de ver cómo su hijo moría desangrado en sus brazos.

Jahan sostiene una foto de su hijo, de cara sonriente y mirada vivaz. Haroon Jahan había cumplido 21 años. Murió junto a Shazad All, de 30 años y Abdul Musavir, de 31.

Los tres formaban parte de un grupo de hombres que estaban protegiendo las tiendas, viviendas y una mezquita de los saqueos en Winson Green.

Según testigos, un coche negro se dirigió a alta velocidad directamente hacia el grupo y los atropelló. Todos los ocupantes del vehículo eran afrocaribeños, agregan.

Más de tres cuartas partes de los 26.000 habitantes de Winson Green son de distintas minorías étnicas. Si bien en general la convivencia es pacífica, incluso entre musulmanes de Pakistán o la India y descendientes de esclavos africanos que alguna vez fueron llevados al Caribe, también se han producido enfrentamientos violentos entre negros y asiáticos en Birmingham.

A sus 80 años, Clifton Stewart fue testigo de varios de estos incidentes desde que llegó a esta ciudad inglesa proveniente de Jamaica en 1960. Es uno de los primeros afrocaribeños que expresa sus condolencias a las familias de las víctimas.

Al igual que Stewart, también Jahan sabe que el peligro de un nueva escalada de la violencia es muy grande y que lo que se necesita es un claro mensaje de paz.

"He tratado de revivir a mi propio hijo. Mi cara estaba tapada de sangre", relata Jahan el trágico hecho, que el primer ministro británico, David Cameron, calificó en una rápida visita a Birmingham de "verdaderamente terrible". "Negros, asiáticos, blancos viven todos en el mismo barrio. ¿Por qué nos tenemos que matarnos entre nosotros?", agrega.

Las personas que lo rodean comienzan a tranquilizarse. "Gente, no quiero ver más sufrimiento, no más heridos. Mi hijo murió, pero por eso no tiene que morir alguno de ustedes", asegura.

"Mi hijo murió porque intentó defender a la comunidad en la que vivía. Somos parte de esta comunidad. Así que, por favor regresen a sus casas", agregó. Y nadie quiso contradecir al que ya muchos llaman el "héroe de Birmingham".

Pero junto al miedo a los conflictos interétnicos, los acontecimientos de la pasada semana en Inglaterra han dejado otro dato aterrador: la mitad de los procesados en Londres por los disturbios ocurridos son menores de 18 años, según datos divulgados por Scotland Yard.

En Nottingham (centro de Inglaterra) entre los acusados formalmente se encuentra una niña de once años.

La menor declaró ante el juez y admitió haber participado en los disturbios en Nottingham, rompiendo los escaparates de una tienda de ropa de vestir.

La niña, que aseguró ante el juez haber sido incitada por un grupo de jóvenes, tendrá que cumplir una pena especial, por la que estará bajo la supervisión de los servicios sociales durante nueve meses y quedará libre de cargos si durante ese periodo no comete más delitos. Su padre trató de justificarla en el juzgado al asegurar que, por su edad, es "fácilmente manipulable", según informó el diario The Guardian en su página web.

La edad de responsabilidad criminal en el Reino Unido abarca a menores de edades entre los 10 y los 17 años, que sólo podrán ser procesados en tribunales para adultos en caso de que hayan cometido delitos como robo, incendios provocados y violencia.

En Nottingham han sido detenidos también tres chicos de catorce años, acusados de desórdenes públicos.

Por otro lado, en Birmingham está bajo custodia un chico de quince años que aprovechó los disturbios para robar trece paquetes de chicles y 21 chocolatinas.

Otros dos jóvenes de 17 años han sido detenidos en Londres por robar en varias tiendas, entre ellas una de ropa de marca y en joyerías.

En la región de West Midlands, en el centro de Inglaterra, han pasado también por el juzgado otros seis menores.

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