Los pasajeros protestaban contra los retrasos ocasionados, así  como por la ausencia de personal en el mostrador de facturación de  la aerolínea. La Asociación de Personal Aeronáutico (APA) dispuso  que los empleados se retiraran de sus puestos, argumentando que un  turista se había excedido en sus reclamaciones y había agredido a  una de las trabajadoras. 

Además, una protesta realizada por los empleados del gremio,  que reclamaban un aumento salarial, hicieron imposible las salidas  de los aviones 

Los disturbios comenzaron después de que más de 3.000 pasajeros  se quedaran en tierra la noche del viernes, debido a la cancelación  y a la reprogramación de vuelos. La mayoría de los vuelos  cancelados tenían destino a diferentes puntos de América Latina,  especialmente a Brasil y México. 

En medio de insultos y al grito de "queremos viajar", se vieron  mostradores golpeados, así como equipos informáticos por el suelo y  cristales rotos en el vestíbulo central de Aerolíneas Argentinas.   "No hay nadie de la empresa, nadie da la cara, nadie aparece para  decirnos cuándo vamos a volar. Estamos varados con niños y  abuelos", le dijo a la televisión local una mujer que no pudo coger  su vuelo a Caracas previsto originalmente para el viernes.