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Los fallos de seguridad en Sri Lanka elevan ya los muertos a más de 350

  • Defensa admite un "lapsus" al no informar al presidente ni al primer ministro de las alertas de posibles ataques recibidas de países aliados

Amigos y familiares asisten al entierro de algunas víctimas de los atentados en Colombo.

Amigos y familiares asisten al entierro de algunas víctimas de los atentados en Colombo. / M. A. Pushpa Kumara / Efe

Mientras el número de muertos por los atentados del Domingo de Resurrección subió a 359, Sri Lanka toma medidas para enmendar el gran fallo de seguridad que pudo evitar la tragedia, al tiempo que busca evitar más ataques. La cifra de fallecidos subió bruscamente en las últimas horas después de que murieran varias decenas de los 500 heridos, según confirmó el viceministro de Defensa de la isla, Ruwan Wijewardene, quien precisó que 39 de ellos eran extranjeros.

La alerta de las autoridades tras el ataque a tres hoteles de lujo y tres iglesias cristianas se mantiene elevada ante la amenaza de que "pueda haber más ataques". "Tenemos que estar atentos en este momento, tendremos la situación bajo control en los próximos días", aseguró, sin precisar más detalles sobre sus sospechas.

El representante del Ministerio de Defensa reconoció un "lapsus" dentro de los equipos de Inteligencia del país, que recibieron información de los ataques hasta incluso horas antes de que fueran cometidos, pero que "decidieron" deliberadamente no informar al presidente, Maithripala Sirisena, ni al primer ministro, Ranil Wickremesinghe.

Según la versión compartida por el viceministro de Defensa y dada a conocer antes por otros funcionarios del Gobierno, los jefes de los organismos de seguridad recibieron información de Inteligencia de países aliados sobre posibles ataques a iglesias y sitios públicos.

Sin embargo, estos incumplieron con los protocolos para llevar la información al nivel más alto, razón por la que las autoridades dicen no haber actuado "oportunamente". Una fuente aseguró que Sirisena, que admitió no haber recibido información al respecto antes de los ataques, pidió al secretario de Defensa, Hemasiri Fernando, y al inspector general de la Policía, Pujith Jayasundara, su renuncia.

Mientras tanto, las investigaciones continúan sin que se pueda saber con precisión quién está detrás de los atentados, reivindicados el martes por el Daesh, y por los que ya han sido detenidos 60 personas. Los ataques ocurridos casi simultáneamente en Colombo y otras ciudades del país fueron cometidos por al menos nueve suicidas cargados de potentes explosivos, ocho de los cuales han sido identificados.

La mayoría de los nueve suicidas eran de clase media-alta y con estudios superiores

"Lo que puedo decir es que la mayoría de los terroristas suicidas son personas bien formadas y provienen de la clase media o media-alta, por lo que ellos y sus familias eran bastante estables e independientes financieramente", reveló el viceministro.

El funcionario, que subrayó esto como un "factor preocupante", aseguró que varios completaron estudios universitarios y de posgrado en otros países, uno de ellos con título y estudios de máster en universidades del Reino Unido y Australia. "El Daesh ha asumido la autoría, y puede estar financiando los ataques, y, en este sentido, estamos realizando investigaciones para averiguar si hubo financiación directa", anunció.

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