"Vengo a ratificar el anhelo de que Colombia pueda ser gobernada por una nueva generación". Fueron las palabras de Iván Duque en el momento de votar. El nuevo presidente de Colombia, líder de la formación derechista Centro Democrático -dirigida por el ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010)-, tiene 41 años y ayer se convirtió en el mandatario más joven de la historia del país sudamericano al derrotar en la segunda vuelta de las elecciones al economista de 58 años Gustavo Petro, aspirante del partido izquierdista Colombia Humana. Duque hizo buenos los pronósticos que le otorgaban la victoria y suplirá al frente del Gobierno a Juan Manuel Santos, cuyo mandato concluirá el próximo 7 de agosto.

Duque demostró que las tendencias en los sondeos que lo colocaban en la Casa de Nariño -sede presidencial- eran acertadas y se impuso por cerca de 13 puntos porcentuales a Petro gracias al apoyo de los otros partidos tradicionales del país. Con el 97% de las mesas electorales escrutadas, el candidato derechista venció con algo más del 54% de los sufragios mientras que Petro se quedó con el 41,7% de los votos. Alrededor del 4% de los colombianos optaron que fueron a los colegios electorales optaron por el voto en blanco.

El uribista Duque rebasó los 10 millones de apoyos para encaramarse a la Presidencia de Colombia, logrando un triunfo incontestable ante Petro en los departamentos fronterizos con Venezuela. El izquierdista Petro hubo de conformarse con amarrar Bogotá, el mayor colegio electoral del país sudamericano.

El vencedor estará al mando de Colombia hasta el año 2022, mientras que una reciente norma constitucional se aplicará por primera vez en estas elecciones el candidato presidencial derrotado tendrá un escaño en el Senado; asimismo, su socio para la Vicepresidencia tendrá un asiento en la Cámara de Representantes.

Colombia volvió a las urnas después de tres semanas de intensa campaña en la que las diferencias entre los candidatos -cada vez más marcadas- dividieron al electorado en temas relacionados con el acuerdo de paz con las FARC -sellado por Santos-, el narcotráfico, la economía y la relación con la vecina Venezuela.

La jornada electoral estuvo marcada por el Mundial. A pesar de que la selección colombiana no entra en juego en la cita rusa hasta mañana, muchos aficionados tardaron en acudir a las urnas porque optaron por ver primero el triunfo de México ante Alemania y después el sorprendente empate de los brasileños frente a los suizos. Quizás fuera éste, el fútbol, uno de los motivos de que la participación fuera baja (13.296.924 votantes, el 44% del censo electoral), muy lejos de los 19 millones que acudieron a las urnas en la primera vuelta del 27 de mayo.