Un bombardeo en el este de Siria causó la muerte de 52 combatientes, 36 de ellos miembros iraquíes o libaneses de la milicia chií Hezbolá y el resto sirios, informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, mientras en Ginebra se iniciaba una nueva conferencia de paz.

Se desconoce quién es responsable del ataque cerca de la localidad de Albu Kamal. La agencia estatal siria Sana acusó del atentado a la coalición contra el Estado Islámico (EI) liderada por Estados Unidos.

Sin embargo, la coalición internacional negó estar detrás del bombardeo. No ha habido en la región ningún ataque de Estados Unidos o de la alianza, informó un portavoz.

El grupo apoya en el este de Siria una ofensiva de fuerzas locales contra la milicia terrorista EI, pero ha atacado en el pasado también a las fuerzas leales a Damasco, que combaten en la zona asimismo contra los yihadistas. Miembros de la milicia EI habían tomado a principios de junio durante un breve lapso algunas partes de Albu Kamal, un lugar de importancia estratégica por ser limítrofe con Irak.

Mientras, en Ginebra, el mediador de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, se reunió con representantes de Rusia e Irán, que apoyan al presidente Bashar al Assad, así como de Turquía, que está del lado de los rebeldes, para abordar de reformas constitucionales.