Mundo

Un atentado suicida en Iraq deja decenas de muertos

  • Un hombre identificado como Amin al Karghuli se coló en una reunión de líderes tribales en una población al sur de Bagdad e hizo estallar una bomba que llevaba adosada a su cuerpo.

Iraq se ha visto conmocionada por un atentado suicida que segó la vida de decenas de personas, un día después de que las tropas de EEUU transfirieran a fuerzas iraquíes la seguridad de un área clave de Bagdad, la llamada Zona Verde.

Un hombre identificado como Amin al Karghuli, que era buscado por la Justicia, se coló en una reunión de líderes tribales en una población al sur de Bagdad e hizo estallar una bomba que llevaba adosada a su cuerpo. El portavoz del Comando de Operaciones de Bagdad, general Qasim Atta, afirmó que los muertos por el atentado eran 23, pero fuentes policiales de la zona dijeron que las víctimas mortales llegaban a la treintena. Al Karghuli, según el portavoz militar, activó el detonador del explosivo en medio de un almuerzo convocado por un dirigente tribal de la zona para buscar una reconciliación entre los diferentes grupos.

La bomba estalló en la población de Yusufiya, unos 30 kilómetros al sur de Bagdad, en la casa del jeque Mohamed Abdulá Saleh al Kargouli, quien había invitado para el almuerzo a otros dirigentes tribales para superar las diferencias que existían entre ellos. La coincidencia en los apellidos del anfitrión del almuerzo y del suicida pude implicar un parentesco o su pertenencia a la misma tribu. El número de heridos por la explosión oscila entre 42 y 130, según las diversas fuentes.

Entre las víctimas había representantes de la milicia progubernamental Consejos de Salvación, unos grupos de defensa creados en varias zonas de Iraq para combatir a los rebeldes y que progresivamente están siendo incorporados a las fuerzas regulares.

Yusufiya es uno de los vértices de una región calificada como el "triángulo de la muerte" por los numerosos atentados y acciones violentas que se registran en ese área, que llegó a estar controlada por grupos insurgentes suníes. Los otros vértices de ese triángulo son las poblaciones de Mahmudiya y Latifiya.

Este suceso es el más grave que se registra en Iraq desde el pasado 11 de diciembre, cuando medio centenar de personas murieron en la población de Kirkuk, 250 kilómetros al norte de Bagdad, por una bomba que activó un suicida en un restaurante.

El atentado se ha producido un día después de una serie de actos calificados oficialmente como "históricos" y que permitieron a Iraq recibir zonas clave de Bagdad que hasta ahora estaban bajo control de las fuerzas militares estadounidenses. Entre las áreas transferidas se encuentra la llamada Zona Verde, el área más fortificada de Bagdad, de unos diez kilómetros cuadrados, y en la que se encuentran las sedes del Gobierno y del Parlamento, así como muchas embajadas.

Iraq también recibió de Estados Unidos un antiguo palacio presidencial del fallecido Sadam Husein que estaba siendo usado como cuartel general de las fuerzas militares multinacionales y como sede provisional de la embajada de Estados Unidos. "Tenemos el derecho de considerar esta fecha como un día clave para el restablecimiento de nuestra soberanía, y el comienzo de la recuperación de cada pulgada de nuestro suelo", afirmó el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, al referirse a esos traspasos.

Asimismo, las tropas británicas entregaron ayer a las fuerzas iraquíes el aeropuerto de la ciudad suroriental de Basora, una de las más estratégicas del país y la única puerta de acceso de Iraq al golfo Pérsico.

El atentado se registra mientras Iraq se prepara para las elecciones municipales del 31 de enero, unos comicios claves en los intentos de Iraq para recuperar la estabilidad política tras la invasión militar encabezada por Estados Unidos en 2003.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios