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La UE recibe el Nobel de la Paz como un incentivo para superar sus desafíos

  • Van Rompuy, Durao Barroso y Schulz, acompañados de líderes europeos como Rajoy, Merkel y Hollande, recogerán en Oslo el premio.

Los representantes de las instituciones comunitarias defendieron el Nobel de la Paz concedido a la Unión Europea (UE), tras seis décadas de estabilidad en el continente, y lo tomaron como una inspiración para superar las dificultades económicas que ahora afrontan sus miembros.

Los presidentes del Consejo Europeo, Herman van Rompuy; de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, y de la Eurocámara, Martin Schulz, destacaron la vigencia de los valores fundacionales de la UE la víspera de la ceremonia de entrega del galardón en Oslo. "Queremos que la Unión Europea sea de nuevo un símbolo de esperanza", afirmó Herman van Rompuy, que también se refirió a la crisis económica que atraviesa la eurozona. "En las últimas seis décadas, hemos trabajado juntos para superar los problemas. Saldremos a tiempo de la recesión y más fuertes de lo que éramos antes", aseguró el político belga en la conferencia de prensa conjunta de los tres presidentes.

Barroso, por su parte, dijo que los socios de la Unión han creado un sistema político "único" que lleva a los ciudadanos europeos hacia una comunidad supranacional en la que comparten soberanía. "La importancia de la unidad" fue resaltada también por el político portugués al salir al paso de las preguntas de los periodistas a propósito del papel de la UE en la guerra de Bosnia, en los años 90, uno de los episodios más sombríos de la historia reciente de Europa. Barroso opinó que "no se desempeñó el papel que se debería haber tenido porque había división entre los países". De aquel episodio, añadió, "conviene sacar la lección de que con una Unión dividida es más difícil proyectar paz y estabilidad".

Martin Schulz, por su parte, se mostró orgulloso de dar voz a los 500 millones de ciudadanos representados en el Parlamento Europeo, al tiempo que resaltó que "la Unión Europea es un proyecto fascinante". El político alemán, no obstante, consideró que el prestigioso galardón es también "una advertencia" y pidió "no confiarse" para que el proyecto europeo continúe con éxito. Schulz, librero de profesión antes de iniciar su carrera política, hizo mención al escritor Thomas Mann, que describió a las tres generaciones de su familia como "los fundadores (los abuelos), los administradores (los padres) y los que repartieron la herencia (los hijos)". "No podemos ser la última generación", reflexionó el presidente de la Eurocámara.

Preguntados cada uno por el libro que mejor les hizo entender la paz en Europa, Schulz habló de Age of Extremes: The short Twentieth Century 1914-1919 de Eric Hobsbawn, Van Rompuy de Guerra y Paz de Leon Tolstói y Barroso se refirió a Las memorias de Jean Monet.

El presidente del Consejo, muy aficionado a la cultura japonesa, se despidió de los periodistas con un haiku (poema breve) propio escrito para la ocasión: "After war came peace fulfilling the oldest wish Nobel's dream come true" ("Tras la guerra llegó la paz, cumpliendo el más viejo deseo el sueño del Nobel se hizo realidad").

Los representantes de las instituciones serán los encargados este lunes de pronunciar el tradicional discurso del Nobel en nombre de la UE. A ellos se unirán cuatro jóvenes europeos, entre ellos una española, que fueron los ganadores de un concurso organizado por la UE. También asistirán veintiuno de los veintisiete líderes de los países miembros, entre ellos el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy; el presidente de Francia, François Hollande, o la canciller de Alemania, Angela Merkel. La Unión Europea destinará los 930.000 euros con los que está dotado el Nobel de la Paz a proyectos en apoyo de los niños víctimas de guerras y conflictos.

La organización euroescéptica noruega No to EU (No a la UE) tiene prevista una marcha en contra del Premio Nobel de la Paz concedido a la UE, que consideran una provocación. Los manifestantes recorrerán con antorchas el centro de Oslo, en un recorrido que finalizará frente al Parlamento noruego y con el que buscan ironizar sobre la verdadera marcha de antorchas que tendrá lugar en la ciudad para rendir homenaje a los laureados.

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