Oriente próximo La petición de perdón recibe 11.000 adhesiones en dos días

Turquía resucita el fantasma armenio

  • Un documento en internet que condena el genocidio reabre el debate nacional sobre un hecho histórico silenciado por Ankara

El fantasma del genocidio armenio y de la Primera Guerra Mundial vuelve a planear sobre la sociedad turca. El nuevo ingrediente de la polémica histórica es que esta vez la denuncia de las matanzas que entre 1915 y 1917 acabaron en la región de Anatolia con hasta 1,5 millones de personas no llega de un organismo internacional, ni de alguna institución que intente recuperar la memoria olvidada. La principal novedad reside en que la iniciativa parte del mismo corazón del país, de la propia ciudadanía turca.

Una simple declaración colgada en internet ha resucitado un conflicto que los distintos regímenes y gobiernos de Ankara han negado durante casi un siglo. El documento, colgado en la Red e impulsado por un pequeño grupo de universitarios e intelectuales, pide perdón a los armenios por las muertes masivas durante los estertores del imperio otomano, algo sin precedentes en el país. En dos días ha cosechado 11.000 firmas de adhesión, pero también ha levantado una auténtica polvareda que recorre todo el país.

Nadie se había atrevido jamás a promover, desde el mismo corazón de Turquía, una condena similar. De hecho, el documento es histórico, pero no se atreve a utilizar la palabra genocidio porque, con la legislación nacional en la mano, sus autores podrían enfrentarse a un procesamiento penal. Para sortear los juzgados, el texto recoge la indignación de buena parte del país ante la "injusticia" cometida por la historia oficial. "Mi conciencia no puede aceptar que permanezcamos indiferentes ante la Gran Catástrofe que los armenios otomanos sufrieron en 1915, y que la neguemos. Rechazo esta injusticia y, por mi parte, comparto los sentimientos y las penas de mis hermanas y hermanos armenios y les pido perdón", resalta la declaración colgada en internet.

Las 11.047 firmas reunidas desde el martes, muchas de ellas de intelectuales y artistas, son todo un éxito, según uno de los promotores de la campaña, Cengiz Aktar, experto en asuntos europeos en la Universidad Bahçesehir de Estambul. "Sentía que había entre los individuos ese deseo de expresarse, que había mucha gente en Turquía que no se tragaba el discurso oficial sobre lo que ocurrió en 1915 (...). Me lo han confirmado", subraya Aktar.

Como no podía ser de otra forma, la iniciativa ya ha suscitado la ira de los círculos nacionalistas. El máximo dirigente del Partido de Acción Nacionalista (MHP), Devlet Bahçeli, acusó ayer en el Parlamento a los "supuestos intelectuales" de querer "transformar en campos de batalla los valores sociales y espirituales" de la sociedad turca. También han alzado la voz unos 60 antiguos diplomáticos en nombre de sus 42 camaradas muertos entre 1975 y 1984 a manos del Ejército Secreto Armenio para la Liberación de Armenia (Asala), un grupo que pretendía obligar a Turquía a reconocer el genocidio por la vía terrorista.

El propio primer ministro turco, Tayyip Erdogan, terció ayer en la polémica con toda la contundencia posible. "No acepto esta campaña que han comenzado y no la apoyo", declaró. "Esto no traerá ningún beneficio y sólo contribuirá a crear problemas, a poner en peligro nuestra paz y a deshacer los pasos que se han dado", insistió ante la prensa.

El genocidio turco es, quizás, uno de los grandes temas tabús de la nación refundada en los años 20 por Mustafa Kemal Ataturk, el venerado padre de la Turquía moderna. Numerosos intelectuales, entre ellos el Nobel de Literatura Orhan Pamuk, han sido perseguidos en su país por denunciar las matanzas de armenios entre 1915 y 1917. Ankara se limita a admitir los abusos sobre esa población durante la decadencia del Imperio Otomano, pero se niega a reconocer las matanzas masivas y recuerda que hasta 250.000 turcos musulmanes también murieron durante los conflictos étnicos.

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