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Suecia centra su Presidencia de la UE en la crisis y el cambio climático

  • El primer ministro sueco pospone a octubre el debate sobre los problemas institucionales

Suecia instó ayer a sus socios europeos a centrarse en responder a los problemas apremiantes del cambio climático y la crisis económica y posponer, al menos hasta octubre, todas las complicaciones institucionales ligadas a la suerte final del Tratado de Lisboa.

El primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, abogó por esperar al voto de los irlandeses, previsto para el 2 de octubre, y dejar de especular sobre la composición de la futura Comisión Europea.

Ante el Parlamento recién constituido, Reinfeldt volvió a expresar el respaldo de los 27 líderes comunitarios al portugués José Manuel Durão Barroso para un segundo mandato al frente del Ejecutivo de la UE.

Según el tratado, la renovación de la Comisión se lleva a cabo en dos etapas: primero es elegido su presidente y después el conjunto de su equipo de comisarios. En ambos pasos se requiere el visto bueno del Parlamento Europeo.

Una mayoría de la Cámara se opuso esta semana a que Barroso fuera votado en esta sesión constitutiva, pero existe ya un acuerdo entre populares, socialistas y liberales para debatir su confirmación en el próximo pleno de mediados de septiembre.

Barroso se ha comprometido a presentar a la vuelta del verano sus "directrices" programáticas, de las que dependerá en última instancia el imprescindible apoyo de los eurodiputados.

La incertidumbre sigue siendo absoluta en lo que respecta al calendario y procedimiento para la elección del resto de su equipo, debido a que se solapan dos tratados, el de Niza actualmente en vigor y el de Lisboa, pendiente de ratificación definitiva en cuatro países: Irlanda, la República Checa, Polonia y Alemania.

Reinfeldt no quiso avanzar ningún paso en todo este confuso escenario institucional. "Vamos a tener que esperar", recalcó, asegurando que "sería un mal mensaje para Irlanda" y para los otros tres países que aún no han completado la ratificación de Lisboa el prejuzgar un resultado positivo del referéndum.

Por otro lado, la consecución de un acuerdo global para luchar contra el cambio climático y las medidas para mitigar el impacto de la crisis económica serán durante los próximos seis meses las prioridades de la Presidencia sueca, reiteró Reinfeldt, quien advirtió de la necesidad de obtener un compromiso por parte del resto de potencias del mundo en la Conferencia de Copenhague de diciembre, en la que se buscará un acuerdo mundial sobre el calentamiento global.

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