La secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, consideró ayer "factible" que palestinos e israelíes lleguen este año a un acuerdo de paz, pero admitió que las colonias judías en Cisjordania enturbia las negociaciones.

En una rueda de prensa en la ciudad cisjordana de Ramala con el presidente palestino, Mahmud Abbas, Rice calificó de "particularmente problemático" el incumplimiento por parte de Israel de sus obligaciones con respecto a los asentamientos.

La Hoja de Ruta, el documento de 2003 que guía el actual proceso negociador, exige a Israel que detenga toda construcción en las colonias -que según el derecho internacional son ilegales- y desmantele las que el propio Estado judío considera fuera de la ley.

Abbas por su parte, insistió en la seriedad del diálogo con Israel y apuntó que el proceso de diálogo está en una fase avanzada, pese a la falta de resultados. "Hemos abordado el 90% de los asuntos" problemáticos, indicó el presidente palestino.

Respecto a otra de las trabas del proceso, las consecuencias en el día a día de los palestinos del entramado militar israelí en Cisjordania, la jefa de la diplomacia estadounidense dijo que presiona a las autoridades israelíes para que levanten algunas de las más de quinientas barreras al libre movimiento de los palestinos que pueblan ese territorio.

Preguntada por un periodista si había recibido algún compromiso de Israel de retirar los obstáculos de entrada a las carreteras, la secretaria de estado se limitó a responder que dedica demasiado tiempo a este asunto y a pedir comprensión para las necesidades de seguridad de Israel.

La agenda de la mandataria en Oriente Próximo es maratoniana. Ayer por la tarde se reunió primero por separado y luego a tres bandas, con su homóloga israelí, Tzipi Livni, y con el jefe del equipo negociador palestino, el ex primer ministro Ahmed Qurea.

Es la misma fórmula que utilizó ayer para encontrarse con el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, y el primer ministro palestino, Salam Fayad.