Conflicto

Pekín niega que Hong Kong acabe en otro Tiananmen

Continúan las protestas en Hong Kong

Continúan las protestas en Hong Kong / ROMAN PILIPEY, EFE

Hong Kong comenzó su undécimo fin de semana consecutivo de protestas en un ambiente de tensión, durante una semana que ha visto movimientos de tropas chinas en la frontera con la ciudad autónoma y cientos de vuelos cancelados en el aeropuerto. Este fin de semana hay al menos cinco marchas convocadas, una de ellas de apoyo a Pekín, y al menos tres de las prodemocráticas sin contar con el visto bueno policial en el formato inicialmente propuesto, lo que podría resultar en los ya habituales encontronazos entre asistentes y agentes.

Los enfrentamientos han ido creciendo en virulencia desde junio y, mientras el sector prodemocrático pide una investigación independiente sobre brutalidad policial en la dispersión de las protestas, Pekín ve "indicios de terrorismo" en la actitud de algunos manifestantes violentos.

Varias manifestaciones no cuentan con la autorización policial y se esperan más disturbios

El pistoletazo de salida de las marchas de protesta de este fin de semana fue la tarde-noche del viernes, con una manifestación convocada por estudiantes universitarios e internautas bajo el lema "Apoya Hong Kong. El poder, para el pueblo". En ella participaron pesos pesados de la oposición hongkonesa, como el activista Joshua Wong, la abogada Margaret Ng o la cantante y activista Denise Ho.

Una de las peticiones será que "el Reino Unido declare incumplida la Declaración Conjunta Sino-Británica de 1984, un tratado internacional vinculante" por el que Pekín se comprometió a respetar los derechos y libertades de Hong Kong durante 50 años desde la recuperación de su soberanía (en 1997). La segunda demanda es que el Congreso de EEUU y el Parlamento del Reino Unido impongan sanciones a los responsables en la "supresión de derechos y libertades en Hong Kong".

Esta mañana comenzará una marcha de profesores hasta la residencia de la jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, mientras que por la tarde está prevista otra protesta entre Hung Hom y Kwan Wan, zonas populares entre los turistas chinos. Ninguna cuenta con autorización policial. Más tarde habrá un mitin de apoyo a la postura gubernamental de Hong Kong y Pekín.

Para el domingo se espera la más multitudinaria de todas las manifestaciones, convocada por el Frente Civil de Derechos Humanos, con el fin de la brutalidad policial como tema central, y que tampoco ha sido autorizada.

Esta manifestación será el colofón de una semana que comenzó con la ocupación de una terminal del aeropuerto de Hong Kong, uno de los más concurridos de Asia, por parte de manifestantes, lo que llevó a cancelar cientos de vuelos durante el lunes y el martes.

Además, poco más allá de la frontera con China, en la ciudad limítrofe de Shenzhen, fueron fotografiados el jueves cientos de vehículos militares chinos. A pesar de los nervios que estas maniobras han provocado en Hong Kong, la prensa oficial china asegura que no repetirá las escenas de Tiananmen de 1989, cuando cientos de manifestantes perdieron la vida por el fuego de los militares, aunque deja abierta la puerta a la intervención en caso necesario.

Y en medio de la marejada, un par de llamamientos: al amor y a la paz. Al amor, a través de los espacios de publicidad de los medios impresos hongkoneses por parte del empresario más rico de la ciudad, Li Ka-shing, en los que ha pedido "parar la indignación y la violencia en nombre del amor". Asimismo, está el llamamiento a la paz, con la colocación de una bandera en pos del entendimiento entre los manifestantes hongkoneses y las autoridades locales y pequinesas en la cima de un rascacielos hongkonés por parte del francés Alain Robert.

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