La carrera hacia la casa blanca Las encuestas reflejan una corta diferencia entre los aspirantes

Obama no consigue despegar

  • Según los sondeos de intención de voto, la gira triunfal por Europa y Oriente Próximo del candidato demócrata no ha tenido la misma repercusión en su país, donde preocupan otros asuntos como el empleo

Las sonrisas y abrazos de grandes líderes y la aclamación del público como el nuevo Mesías estadounidense agrandaron el perfil internacional y alimentaron el ego de Barack Obama, pero en casa le sirvieron, por el momento, de poco: su ventaja en las encuestas sobre el republicano John McCain en la carrera por la Casa Blanca sigue siendo pequeña.

El último sondeo del instituto Gallup, hecho público el lunes y realizado ya después del masivo discurso en Berlín, refleja que la diferencia se ha estabilizado en el entorno de los ocho puntos: el demócrata Barack Obama sumaría ahora el 48% de los votos frente al 40 de John McCain. Es decir, es prácticamente el mismo resultado que se lleva registrando en las últimas semanas.

En un sistema electoral como el estadounidense, en el que lo que cuenta es ganar en los estados sin importar la diferencia obtenida, los ocho puntos porcentuales arrojan una imagen incompleta. Y cuando se finaliza la película, las dudas se agrandan sobre las posibilidades de triunfar del candidato demócrata.

Las encuestas afirman consistentemente que existe un 15% de indecisos, en su mayoría blancos y de clase trabajadora. Y ése es el sector de la población que se apunta como decisivo en los comicios que se celebrarán el 4 de noviembre: ellos determinarán la victoria en Ohio, Pensilvania, Michigan y Wisconsin, entre otros estados clave. "Claramente, Obama no convenció aún a la gente para que acepte a un afroamericano joven e inexperto como su presidente", afirmó ayer el famoso columnista sindicado Robert Novak.

Si Barack Obama pierde todos esos estados clave, de muy poco le servirá arrasar en estados más liberales como Washington, Oregón y Massachusetts, allí donde la buena acogida dispensada en Europa tiene más visos de transformarse en votos para el aspirante demócrata. El propio Obama apuntó esa posibilidad en el avión de regreso de su gira por Europa y Oriente Próximo, según recogió The Washington Post. "No creo que veamos una subida en las encuestas, creo que incluso podríamos perder algunos puntos. La gente en casa está preocupada por los precios de la gasolina, están preocupados por el empleo", dijo el candidato demócrata a la Casa Blanca.

La idea de Obama es que el viaje le sirva no tanto para ganar puntos, sino para evitar perderlos: con su pasaje por Iraq y Afganistán, el baño de multitudes de Berlín y las cordiales entrevistas con Angela Merkel, Nicolas Sarkozy y Gordon Brown, el senador por Illinois confía en que se disipen para siempre las dudas sobre su experiencia en política internacional, el aspecto donde más claramente lo supera McCain. "Es un conocimiento que los votantes pueden almacenar en la parte de atrás de sus cerebros para cuando tengan que ir más adelante a las urnas", agregó el candidato.

Tal y como lo definió el diario Los Ángeles Times el lunes, Obama tiene que olvidarse de su "versión de la vuelta al mundo en 80 días" y volver a casa "para enfrentarse a un campo de batalla más difícil: el estadounidense medio".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios