Cumbre de la otan

La OTAN bendice el escudo antimisiles que EEUU planea en Europa del Este

  • Bush también arranca a los aliados una mayor contribución en Afganistán · El mandatario recibe un serio revés con la decisión de la Alianza de no acoger a Macedonia y dar largas a Ucrania y Georgia

El presidente de EEUU, George W. Bush, logró ayer sólo parte sus objetivos en la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), donde los aliados respaldaron el escudo antimisiles en Europa del Este y el envío de más tropas a Afganistán, pero no su propuesta de que Ucrania y Georgia iniciaran su camino hacia la Alianza.

Bush se anotó una victoria al conseguir que la OTAN dé su respaldo al escudo antimisiles que EEUU proyecta instalar en el este de Europa.

Según altos funcionarios estadounidenses, los aliados reconocieron ayer en un comunicado la "sustancial protección" que el escudo dará a Europa frente a posibles ataques de Oriente Próximo e instarán a Rusia, que lo considera una amenaza, que acepte las ofertas de cooperación.

Los expertos militares de la OTAN analizarán vías para vincular el escudo estadounidense a "los sistemas defensivos antimisiles actuales y futuros de la Alianza" y presentarán sus recomendaciones en la cumbre del próximo año, explicaron los altos funcionarios.

EEUU planea desplegar 10 lanzaderas de misiles interceptores en Polonia y un radar en la República Checa.

Por su parte, el ministro checo de Asuntos Exteriores, Karel Schwartzenberg, anunció ayer que las negociaciones para levantar el radar han concluido con éxito y el acuerdo se firmará a comienzos de mayo.

El presidente estadounidense también logró el éxito en otro de sus objetivos, el compromiso de los aliados a enviar más tropas a Afganistán que refuercen la misión de la OTAN en el país centroasiático, en la actualidad de 47.000 soldados.

Francia ha prometido el envío de un batallón, que quedará desplegado en el este del país.

Eso permitirá a EEUU liberar efectivos de esa zona para desplazarlos al sur, donde el contingente canadiense amenazaba con retirarse si no se les dotaba de un refuerzo de al menos mil militares para hacer frente al movimiento talibán, que se hace fuerte en esa zona.

Sin embargo, Bush recibió un serio revés después de que los 26, que ofrecieron la entrada a Croacia y Albania pero no a Macedonia por una disputa sobre su nombre con Grecia, optaran por dar largas a Tiflis y Kiev en su solicitud de un Plan de Acción que facilitara su ingreso en la OTAN, algo que EEUU respaldaba vehementemente. En su lugar, los países miembros han ofrecido reforzar su cooperación e instan a las dos repúblicas ex soviéticas a continuar sus reformas políticas y militares para preparar su ingreso en un futuro.

El consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Stephen Hadley, aseguró ayer que Bush volverá a plantear el caso de los dos países antes de que concluya su mandato, en enero.

Los ministros de Exteriores aliados tienen previsto reunirse en diciembre para hacer "una primera evaluación" del caso, explicó Hadley.

En una sesión conjunta del Consejo Atlántico con los dos nuevos miembros, el presidente estadounidense afirmó que las puertas de la Alianza "deben quedar abiertas a otros que han mostrado su disposición a efectuar las reformas necesarias" y aseguró que "el proceso de ampliación continuará".

Bush expresó su "decepción" porque los aliados no alcanzaran un consenso sobre Macedonia e instó a que la disputa sobre el nombre de la ex república yugoslava se resuelva "rápidamente, para que su ingreso pueda producirse tan pronto como sea posible".

La OTAN "espera con anticipación el momento en que este país pueda ocupar el lugar que le corresponde en su seno", agregó.

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