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Italia se abre a la Nueva Ruta de la Seda pese a los recelos de EEUU y la UE

  • Es la primera economía del G-7 que firma un acuerdo para impulsar el comercio chino en Occidente

Las delegaciones china e italiana, lideradas por Xi (izquierda) y Conte (derecha), reunidas en Roma.

Las delegaciones china e italiana, lideradas por Xi (izquierda) y Conte (derecha), reunidas en Roma. / Giuseppe Lami / Efe

A pesar de las dudas de Estados Unidos y la Unión Europea, Italia firmó este sábado un memorándum con China para sumarse a su enorme proyecto para impulsar su comercio con Occidente, la Nueva Ruta de la Seda, al verlo como una gran oportunidad de negocio.

El propio presidente chino, Xi Jinping, llegó a Roma para asistir a la firma de este memorándum de entendimiento, consciente de la importancia de lograr la firma de Italia, primera potencia del G-7 (el grupo de las siete democracias más industrializadas) en sumarse al ambicioso proyecto.

Se trata de la Belt and Road Initiative, una iniciativa lanzada por China en 2013 para conectarse con las economías occidentales en Europa, Oriente Próximo y África y que ve en los puertos italianos un punto de llegada idóneo para difundir sus productos e inversiones.

Italia lo respalda con un memorándum que no crea vínculos jurídicos sino que consiste más bien en una lista de intenciones, un "acuerdo programático", como lo ha defendido en los últimos días el primer ministro, Giuseppe Conte, dados los recelos que ha despertado.

Dudas por aumentar la influencia del gigante asiático

En concreto, Estados Unidos e importantes miembros de la UE, como Francia o Alemania, ven con cierta desconfianza el proyecto chino, pues sospechan que podría aumentar la influencia asiática en el continente, sobre todo en su área este.

Y es que China ya ha firmado acuerdos de este tipo con países europeos como Malta, Portugal, Bulgaria, Croacia, República Checa, Hungría, Grecia, Estonia, Letonia, Lituana, Eslovaquia y Eslovenia.

Sin embargo, Italia es la primera gran potencia industrial que se suma y, con ello, busca explorar nuevas inversiones y mercados, en un momento en el que su economía se encuentra en recesión técnica.

El interés recae especialmente en el comercio con China, un país con casi 1.400 millones de habitantes y al que Italia envió en 2018 un 3,5% de sus exportaciones, por unos 13.700 millones de euros.

El ministro de Desarrollo Económico, Luigi di Maio, dijo que el objetivo es "empezar a reequilibrar una desproporción" en la balanza comercial que ahora beneficia a China: "Esperamos un notable y gradual aumento de las exportaciones", declaró.

"Hay poco Made in Italy en China", recuerda Di Maio

"Hay demasiado Made in China en Italia y poco Made in Italy en China. El acuerdo quiere invertir esta tendencia", aseguró.

Estimó que la entrada en la Nueva Ruta de la Seda impulsará el crecimiento de la economía italiana y que los acuerdos bilaterales firmados hoy valen 2.500 millones de euros, pero alcanzan un valor potencial de 20.000 millones de euros.

El primer ministro, que hoy se reunió con Xi, ha querido disipar las dudas de sus socios con una "carta a Europa" en la que asegura que el memorándum no cuestiona la alineación de Italia en Europa ni su posición dentro de la alianza atlántica.

Precisamente la bandera de la UE estuvo presente en el acto, celebrado en el impresionante palacio de Villa Madama, reservado a las grandes ocasiones, y al que acudieron los representantes de grandes corporaciones privadas y públicas de ambos países.

Junto al memorándum de entendimiento para la Nueva Ruta de la Seda, Italia y China han ratificado una treintena de acuerdos entre sus empresas -menos de los 50 que se esperaban- para aumentar la colaboración en infraestructuras, energía, cultura o turismo.

La petrolera Eni colaborará con el Banco de China para explorar el suelo del país; la gasística Snam desarrollará proyectos en la Ruta y los estratégicos puertos italianos de Trieste o Génova (norte) cooperarán con la constructora CCCC, según los medios.

También unirán fuerzas las agencias espaciales de ambas partes para desarrollar un nuevo satélite, se exportarán al gigante asiático naranjas sicilianas o carne, promocionarán sus respectivos lugares de la UNESCO e Italia devolverá 796 restos arqueológicos.

Antes de la firma, el presidente chino acudió al romano Palacio del Quirinale para despedirse del presidente de la República, Sergio Mattarella, que ha dado el beneplácito al memorándum.

Xi, cuya visita ha estado envuelta en imponentes medidas de seguridad, viaja este sábado a la ciudad siciliana de Palermo, importante puerto meridional de Italia y donde pasará unas horas antes de dirigirse el domingo a Francia.

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