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Graves incidentes en Beirut por una huelga convocada por la oposición

  • Grupos a favor del Gobierno y opositores protagonizan varios enfrentamientos en la capital que causan al menos diez heridos y numerosos daños materiales

La huelga general convocada ayer por la oposición contra la carestía de la vida derivó en graves incidentes en Beirut, que quedó totalmente paralizada desde primeras horas de la mañana.

En la capital, donde reina una tensa calma, grupos a favor del Gobierno y opositores protagonizaron numerosos enfrentamientos a lo largo de toda la mañana que causaron al menos diez heridos y numerosos daños materiales, según fuentes policiales.

Entre las víctimas hay dos soldados del Ejército libanés y tres miembros del partido Futuro, liderado por el jefe de la mayoría parlamentaria Saad Hariri, que resultaron heridos al estallar una granada contra una sede de ese grupo en el popular barrio de Nueiri. Asimismo, dos periodistas del diario local Al Balal fueron agredidos por un grupo de personas y trasladados a un hospital para ser tratados.

En la vía de acceso al aeropuerto internacional Rafic Hariri, varios camiones vertieron arena para bloquear el paso, tanto de vehículos como de numerosos viajeros, entre ellos la cantante libanesa Fairuz que regresaba de Emiratos Árabe Unidos.

Según varios medios locales, seguidores del grupo chií Hezbolá, líder de la oposición, pretenden acampar en el acceso al aeropuerto para presionar al Gobierno con el objetivo de que retire su decisión de eliminar la red de telecomunicaciones paralela a la estatal que ha instalado Hezbolá en distintas partes del país. Asimismo, exigen la dimisión de Wafic Chucair, encargado de la seguridad del aeropuerto.

Las fuerzas del orden intervinieron también en varios puntos para separar a los grupos enfrentados mientras en distintas partes de la ciudad se escuchaban disparos de armas ligeras.

Sin embargo, en el resto de las provincias las manifestaciones se celebraron sin que se registraran altercados.

El agravamiento de la situación llevó a la Confederación General de Trabajadores Libaneses (CGTL), cercana a la oposición, a suspender las concentraciones programadas en Beirut.

El diputado cristiano Butros Harb aseguró que la situación está "más o menos controlada", aunque advirtió que si Hezbolá no acepta la decisión del Gobierno, el país entrará en una fase delicada, sobre todo si continúa cerrado el aeropuerto, la ventana del Líbano hacia el exterior.

Sin embargo, el parlamentario descartó que la situación desemboque en un conflicto armado porque "no estoy convencido de que Hezbolá lo desee, pero puedo equivocarme".

Medios locales apuntaron que han comenzado contactos entre el Gobierno e Hezbolá para resolver la situación, aunque no se descarta que el aeropuerto continúe cerrado uno o dos días más.

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