Fidel Castro llama "indignos" a dos de los ministros destituidos
En una aparente alusión al ex canciller Pérez Roque y al vicepresidente Lage, el ex presidente cubano acusa a los ex ministros de llenar de ilusiones al enemigo externo
El ex presidente cubano, Fidel Castro, negó ayer que los cambios de ministros anunciados el lunes en el Gobierno de su sucesor, el general Raúl Castro, sean el reemplazo de fieles suyos por leales al nuevo mandatario.
Sobre dos de los destituidos, sin citar nombres, apuntó que "la miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno".
"El enemigo externo se llenó de ilusiones con ellos", explicó el ex gobernante en un nuevo artículo de su columna Reflexiones.
"La mayoría de los que fueron reemplazados nunca los propuse yo. Casi sin excepción llegaron a sus cargos propuestos por otros compañeros de la dirección del Partido o el Estado. No me dediqué nunca a ese oficio", dice el ex presidente.
Fidel Castro anotó que "algunas agencias se rasgan las vestiduras" sobre los cambios y que "varias de ellas hablan o se hacen eco de rumores populares sobre la sustitución de los hombres de Fidel por los hombres de Raúl".
Tras aclarar que él no había propuesto a los reemplazados, el ex líder cubano agregó que fue consultado sobre la reestructuración del Gabinete.
"Ninguno de los dos mencionados por las agencias como más afectados pronunció una palabra para expresar inconformidad alguna. No era en absoluto ausencia de valor personal. La razón era otra", aseguró el ex presidente sin citarlos.
"Los nuevos ministros que acaban de nombrarse fueron consultados conmigo a pesar de que ninguna norma obligaba a los que los propusieron a esa conducta, ya que renuncié hace rato a las prerrogativas del poder. Actuaron sencillamente como revolucionarios que llevan en sí mismos la lealtad a los principios".
Según Fidel Castro, "no se ha cometido injusticia alguna con determinados puestos".
Los nombres más sonoros entre quienes fueron cesados son los del canciller Felipe Pérez Roque y el secretario del Consejo de Ministros, Carlos Lage.
Lage sigue dentro del aparato del poder en Cuba desde una de las seis vicepresidencias del Consejo de Estado -máximo órgano de dirección- y como miembro de la Comisión del todopoderoso Buró Político del gobernante Partido Comunista de Cuba.
Sin embargo, su salida de la Secretaría del Consejo de Ministros confirma que quedaron atrás sus tiempos como representante de Cuba en cumbres internacionales, en sustitución del líder cubano Fidel Castro, así como su protagonismo en el día a día del Gobierno de la isla.
No obstante, analistas consultados no coinciden sobre si Lage ha perdido todo su peso específico dentro del régimen o simplemente se están "reacomodando sus funciones".
"No se puede decir que un hombre que es vicepresidente del Consejo de Estado haya perdido poder", indicó un observador americano.
Para él, Raúl Castro busca fortalecer institucionalmente el aparato de Gobierno y ha hecho una "aclaración de que el papel de secretario del Consejo de Ministros no es el que estaba haciendo Lage", al tiempo de subrayar que su estilo de dirección "va en contra de la forma de gobernar de Fidel Castro".
Sí hay coincidencia en que la destitución de Pérez Roque es "mucho más seria".
Con las destituciones del lunes, desde que asumió la Presidencia provisional en julio de 2006, Raúl Castro ha dejado fuera del Gabinete a 13 de los 28 ministros que había entonces (ahora son 26).
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