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EEUU y la UE amenazan a Irán con más sanciones por su programa nuclear

  • Las aspiraciones atómicas de Teherán centran la última cumbre de los socios transatlánticos a la que asiste Bush · Oriente Próximo, Cuba y el cambio climático son otros de los temas tratados en la cita

La cumbre entre la UE y EEUU en Brdo (Eslovenia) concluyó ayer con una nueva advertencia a Irán para que ponga fin a su programa nuclear, que el presidente norteamericano, George Bush, calificó de "increíblemente peligroso", bajo la amenaza de sanciones adicionales más duras.

Irán protagonizó una reunión con una amplia agenda en la que se abordaron asuntos como el cambio climático o la situación de los presos políticos en Cuba.

En una rueda de prensa al término de la cumbre, Bush afirmó que "ahora es el momento de que entre todos detengamos el programa nuclear iraní y dejar claro a las autoridades en Teherán que deben escoger entre el aislamiento o mantener mejores relaciones con nosotros". Un Irán nuclear, afirmó, sería "increíblemente peligroso para la paz mundial".

En su declaración conjunta al término de la reunión en el pintoresco castillo de Brdo, a 20 kilómetros de Liubliana, Bush y los principales líderes de la UE advirtieron que están dispuestos a aprobar sanciones más duras si Teherán sigue adelante con sus actividades atómicas, en particular el enriquecimiento de uranio.

"Esperamos que Irán cumpla sus obligaciones acerca de sus actividades nucleares, incluida la suspensión completa y verificable de su enriquecimiento" de uranio, afirmaba la declaración conjunta de la cumbre. El documento expresó también la voluntad de Washington y Bruselas de colaborar para garantizar que los bancos iraníes "no puedan abusar del sistema bancario internacional para apoyar la proliferación nuclear y el terrorismo".

Hasta el momento, Irán, que asegura que su programa nuclear tiene fines pacíficos, sigue adelante con esas actividades, pese a tres resoluciones de la ONU que le imponen sanciones, la mayoría simbólicas.

Bush respaldó el viaje del Alto Representante europeo, Javier Solana, a Teherán dentro de pocos días en nombre del Grupo de los Seis -los miembros permanentes del Consejo de Seguridad y Alemania- para tratar de reabrir las negociaciones con el régimen islámico.

El presidente de EEUU tiene previsto continuar abordando la cuestión iraní con sus principales aliados europeos durante la gira que desarrolla por el continente y de la que la cumbre de ayer -la última de su mandato con la UE- era la primera etapa.

Bush viajó ayer mismo a Alemania, desde donde continuará su periplo hacia Italia, Francia y el Reino Unido.

En la cumbre de ayer, los líderes pasaron revista también al cambio climático. El comunicado final indicaba que la UE y EEUU mantienen sus posiciones actuales, aunque señalaba que las negociaciones continuarán en próximas reuniones internacionales, muy especialmente en la cumbre del G8 en Japón del mes próximo.

El presidente de turno del Consejo de la UE, el primer ministro esloveno, Janez Jansa, señaló la urgencia de lograr un acuerdo para reducir las emisiones de CO2, para lo que insistió en la importancia de que EEUU se una al planteamiento europeo. "Sin el liderazgo de la UE y EEUU no será posible un acuerdo" mundial, afirmó.

Europa se ha comprometido a reducir sus emisiones en un 20% para 2020, mientras que Washington reclama que países en desarrollo como la India o China formen parte de cualquier acuerdo internacional vinculante.

Los socios transatlánticos también abordaron la situación de Cuba al reclamar la libertad "incondicional" de los presos políticos. Bush afirmó que si el Gobierno de Raúl Castro "es diferente" debería demostrarlo poniendo en libertad a esos cautivos.

En lo referente a Oriente Próximo, los líderes insistieron en el logro de un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos para este año y prometieron "esfuerzos complementarios" para alcanzar esta meta. Para ello, lanzaron un llamamiento, por un lado, a israelíes y palestinos a cumplir todas las obligaciones adquiridas en la Hoja de Ruta -el plan de paz patrocinado por EEUU, la UE, Rusia y la ONU- y, por el otro, a los países donantes a cumplir sus compromisos, y si es posible aumentar, su ayuda a la Autoridad Palestina, liderada por el presidente Mahmud Abbas.

A este respecto, tanto Bush como los dirigentes europeos aseguraron que efectúan "labores importantes" para mejorar las capacidades palestinas de modo que este pueblo esté preparado para "un Estado palestino democrático en el futuro que conviva en paz y seguridad con Israel". Asimismo, expresaron la importancia de la implicación del resto de los países árabes en el proceso de paz y alabaron la iniciativa de la Liga Árabe en busca de una paz exhaustiva en la región.

La situación en Afganistán, así como un llamamiento a respetar los derechos humanos en China y Zimbabue fueron abordados también por la UE y EEUU. La agenda de la cita se completó con debates sobre la crisis en el sistema financiero internacional y la seguridad energética, entre otros asuntos.

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