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Southgate, o el paso de ser paciente a convertise en psicoanalista

Inglaterra salió de la consulta del psiquiatra tras décadas en el diván del desconcierto y gritó a los cuatro vientos que ya está liberada. El gol de Dier sentenció la tanda de penaltis ante Colombia en los octavos de final y los futbolistas empezaron a correr y a saltar. Fue como escapar de un zulo tras años de cautiverio. "Ahora podemos respirar otra vez", escribió el periódico The Daily Express.

Inglaterra, el país que inventó el fútbol, enterró sus demonios en el Spartak Stadium y se encuentra ante una oportunidad única para ganar su segundo título mundial, el primero en color.

"Para la fe de este grupo de jugadores y para las generaciones futuras es muy importante", admitió el seleccionador de Inglaterra, Gareth Southgate. "Tenemos una hinchada genial que lleva décadas de desilusiones. Es un momento muy especial para nuestro país".

El técnico sabe perfectamente lo que supone que Inglaterra haya ganado por fin una tanda de penales en un Mundial tras haber perdido las tres anteriores. En Eurocopas no le había ido mucho mejor: tres derrotas y apenas una victoria, ante España en los cuartos de 1996, una Eurocopa que se jugó precisamente en Inglaterra.

Pero de esa alegría se acuerdan pocos, porque apenas unos días después Inglaterra perdió las semifinales de su torneo con Alemania también desde el punto de penalti. El único futbolista inglés que falló su lanzamiento en aquel entonces fue Southgate. El técnico sabe de lo que habla, de lo que supone ser inglés y enfrentarse a ese destino.

"Eso es algo que estará conmigo siempre, no me abandonará nunca. Pero es un día muy importante para nosotros. La gente ha visto que es posible, que se puede", señaló el técnico inglés.

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