Previa del Francia-Croacia

Duelos dignos de una final

Luka Modric.

Luka Modric. / felipe trueba / efe

La final se presenta como un duelo táctico entre Didier Deschamps y Zlatko Dalic, pero también como un trepidante pulso entre rivalidades individuales.

DESCHAMPS-DALIC.Son los dos estrategas que se sentarán en los banquillos. Su idea parte de un mismo esquema (4-2-3-1), pero los intérpretes son distintos. El técnico francés tratará de explotar la potencia, la fuerza y la velocidad de sus pupilos; mientras que el seleccionador croata se entregará al talento de Ivan Rakitic, al liderazgo de Luka Modric y al "carácter, orgullo y corazón" de un grupo que ha hecho historia.

GRIEZMANN- MODRIC.Son las estrellas de la selección de Francia y de Croacia. Firmes candidatos al Balón de Oro y al The Best de la FIFA, Griezmann y Modric confesaron que renunciarían a cualquier reconocimiento individual por besar la copa. Esa declinación resume la trascendencia que el choque tiene para ambos.

KANTE-RAKITIC.A menudo en la sombra, de ellos depende el equilibrio de sus equipos. Juegan un papel fundamental en el centro del campo, como ancla entre la defensa y el ataque.

El menudo centrocampista del Chelsea exhibió su poderoso físico en cada partido de la escuadra francesa y se convirtió en el gran antagonista de Messi en el cruce de octavos de final ante Argentina.

La solidaridad de Rakitic también es incuestionable. Moviéndose por detrás de Modric teje las jugadas del cuadro croata, ya sea con toques en corto o aperturas a la banda.

Además, resolvió las eliminatorias de octavos y cuartos de final ante los conjuntos de Dinamarca y Rusia al anotar el último penalti de cada tanda.

MBAPPE-PERISIC.El paso de Francia y Croacia por Rusia elevó a ambos a la categoría de ídolos. Del joven atacante del Paris Saint-Germain se esperaba una eclosión como la que está teniendo. Su zancada y su voracidad impulsan a la escuadra gala; será una gran amenaza ante la fatigada zaga croata.

Por banda se ha movido igualmente Perisic. El extremo del Inter estaba completando un Mundial discreto... hasta el envite de semifinales ante Inglaterra. Se destapó con una actuación colosal. Con el gol que permitió a los suyos forzar la prórroga y con la asistencia que habilitó a Mandzukic en el tiempo extra.

GIROUD-MANDZUKIC. El francés responde a las críticas con trabajo. No luce como goleador, pero todos sus compañeros han salido a defender su aportación con y sin balón y su fatigosa lucha con los centrales rivales por el espacio.

En Croacia, en cambio, el debate en torno a Mandzukic no existe. "Marcó el gol histórico que nos llevó a la final. Es un motivador para el resto", dijo Modric.

POGBA-BROZOVIC. Desempeñan una función menos lucida, pero su presencia en el centro del campo es vital para Francia y Croacia por su ofrecimiento, fuerza y descaro.

LLORIS-SUBASIC. Decisivos. Solventes. Trascendentales. La hoja de ruta de Lloris, capitán francés, es intachable y la de Subasic simplemente incalificable: paró dos penaltis en las tandas ante Dinamarca y frente a Rusia.

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