Conducir por la ciudad y saber si el semáforo se va a poner rojo, si existen obras en la calle, las retenciones o si está pasando un peatón por la siguiente curva son algunas de las ventajas del coche conectado que ayer se probó por primera vez en un escenario real, las calles de Segovia.

El turismo dialoga con los diferentes elementos urbanos como señales, semáforos o obstáculos adicionales que se instalen con motivo accidentes u otro tipo de invasiones y cortes de la vía.

Los pasos de peatones, adaptados a este sistema de conectividad, necesitan cámaras térmicas para detectar el tránsito de personas y enviar esta información al conductor.

A través de advertencias en la pantalla principal del vehículo el usuario conoce de forma previa lo que va a suceder en la carretera por la que circula lo que le otorga un mayor tiempo de reacción e incrementa la seguridad en las carreteras.

Esta tecnología, que fue testada ayer en Segovia gracias a la implantación de la red pre 5G, podría reducir los accidentes de tráfico entre un 65 y un 68 por ciento, según ha detallado el director digital de Seat, Fabian Simmer.

Por eso, aunque los Ayuntamientos son los que tienen que dar el paso para digitalizar las infraestructuras urbanas, Seat ya ha anunciado que para verano de 2019 todos sus vehículos serán conectados.

Por su parte, la gerente de innovación de Telefónica, Mercedes Fernández, han detallado que esta tecnología punta supone un diálogo entre los vehículos, la red móvil y la infraestructura de la ciudad.

La información que recoge del exterior se combina con datos del vehículo, como velocidad o uso de intermitentes, para garantizar una conducción más cómoda y segura para el usuario.

Un Seat Ateca ha sido el primer coche dotado con esta tecnología que ha recorrido la ciudad, no obstante, Fernández ha indicado que es un proceso complejo que "no se generalizará de forma rápida en el país" porque requiere sinergias entre empresas de diferentes sectores y grandes inversiones.

Eso sí, ha asegurado que "este es solo el primer paso", ya que desde el formato de conducción asistida avanzará hacia modelos de conducción "completamente autónomos".

Tomar una tapa en la playa, en la sierra de Guadarrama o en Marte sin moverse del sofá también es posible gracias a esta tecnología y es que otro de los usos del 5G que se probó ayer en Segovia ha sido el de la realidad distribuida.

Esta experiencia acerca al usuario a entornos remotos a través de un teléfono móvil y unas gafas de realidad, sin embargo, las diferencias con la conocida realidad virtual son destacadas, ya que combina los espacios grabados previamente en 360 grados con el entorno real, permitiendo al usuario ver su cuerpo inmerso en el ambiente creado.

En esta prueba los participantes han podido degustar diferentes tapas en parajes con encanto y recibiendo información acerca del entorno, la biodiversidad o el patrimonio que en ellos se encuentra, un uso que demuestra las importantes aplicaciones que puede tener el 5G en sectores como el turismo.

La alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, que ha realizado el primero de los viajes en el vehículo conectado, ha asegurado que esta experiencia se enmarca dentro de "la tecnología y la movilidad del futuro", además, supondrá una oportunidad para el empleo y una ventaja competitiva para la capital segoviana, que está dando un paso definitivo hacia la digitalización.

Estas pruebas forman parte del proyecto Ciudades Tecnológicas 5G de Telefónica que esta realizando de forma pionera en Segovia y Talavera de la Reina (Toledo), aunque está previsto que en 2020 esta tecnología pueda distribuirse en toda España.