Clásicos

Los iconos de Rolls Royce, Bentley y Jaguar también se hacen eléctricos

  • Ser propietario y conducir un clásico, uno de esos tan exclusivos que con tan sólo pensar en ellos cruje la cuenta corriente, y pensar en lo último en tecnología de propulsión no parece coherente ¿O sí? La respuesta la tiene Lunaz.

Los clásicos de Rolls Royce, Bentley y Jaguar también se hacen eléctricos

Los clásicos de Rolls Royce, Bentley y Jaguar también se hacen eléctricos

Dar una segunda vida a cualquier coche no es una idea original. Desde siempre, los automóviles han venido recibiendo, por ejemplo, todo tipo de trasplantes de motores que les permitían seguir prolongando su vida y adaptarse, de este modo, a unas condiciones distintas a las existentes cuando fue concebido.

En los tiempos que corren lo que se impone es la conversión hacia la electrificación con sus ventajas de suavidad de funcionamiento, silencio, cero emisiones contaminantes…

Ya abundan las firmas que desarrollan kits en este sentido y, también es muy común, la especialización en determinados coches. Así, por ejemplo, eClassics tiene una larga experiencia en la recuperación de Volkswagen Escarabajo Cabrio que, una vez incorporan baterías y motores eléctricos -entre otros muchos más elementos imprescindibles para la transformación- pasan a denominarse e-Käfer. Esta experiencia les ha permitido extender su trabajo a los Volkswagen T2 y T3, hasta desarrollar para la propia Volkswagen la e-Bulli, para la que habrá lugar en otro momento.

La esencia de los clásicos británicos, al día

Otro especialista en este tipo de conversiones hacia la electrificación es Lunaz, en este caso, centrado en clásicos de puro lujo británicos, a los que se les incorpora un sistema de propulsión eléctrico modular. Así les es posible producir tiradas muy limitadas garantizando, en función del clásico que se elija, autonomías con la carga de una única batería de entre 400 y 500 kilómetros.

Rolls Royce Phantom, tan exclusivo que siempre ha estado asociado a la familia real británica -aunque John Lenon también tuvo uno-. Ahora, incluso lo será más siendo eléctrico. Rolls Royce Phantom, tan exclusivo que siempre ha estado asociado a la familia real británica -aunque John Lenon también tuvo uno-. Ahora, incluso lo será más siendo eléctrico.

Rolls Royce Phantom, tan exclusivo que siempre ha estado asociado a la familia real británica -aunque John Lenon también tuvo uno-. Ahora, incluso lo será más siendo eléctrico.

Todo arranca para este transformador con sede en Silverstone (Reino Unido) con una restauración desde cero, proceso durante el que se toman las decisiones sobre la configuración del chasis, tren motriz, etc, seguida de la eliminación del motor de combustión y todos los elementos asociados. En la transformación es clave el escaneado 3D que permite crear modelos CAD detallados sobre los que poder trabajar.

Por supuesto, también se aprovechará para cambios sutiles que los adaptan al mundo actual, como la incorporación de sistema de entretenimiento, navegación o sonido acordes, también equipos de climatización; pero lo esencial será el trabajo con los sistemas de propulsión eléctricos, incluidos cargadores e inversores, que se integran en el diseño original. Y con exquisito cuidado por los detalles, como delata la utilización del tapón del combustible de origen para situar el punto de carga; o que la instrumentación incorpora los necesarios controles específicos de un vehículo eléctrico sin perder su esencia.

Mantener atributos originales permite a estos clásicos de lujo tocados por la varita mágica de Lunaz no sólo satisfacer al cliente que quiere poseerlos para su disfrute personal, sino que también abre un camino para, por ejemplo, satisfacer las necesidades de transporte VIP de un hotel.

Uno de los coches que se adaptan a estas exigencias es un Rolls-Royce Phantom V de ocho asientos de 1961 y que, desde su nacimiento, ha transportado a las personas más influyentes del mundo. En su nueva vida de la mano de Lunaz, recibe una batería de 120 kWh que elimina la ansiedad por la autonomía.

El Jaguar XK120 fue el primer deportivo de la postguerra. Ahora puede ser transformado ya sea roadster, descapotable o coupé, y seguir siendo tan rápido como lo fue. El Jaguar XK120 fue el primer deportivo de la postguerra. Ahora puede ser transformado ya sea roadster, descapotable o coupé, y seguir siendo tan rápido como lo fue.

El Jaguar XK120 fue el primer deportivo de la postguerra. Ahora puede ser transformado ya sea roadster, descapotable o coupé, y seguir siendo tan rápido como lo fue.

Otro de los modelos sobre los que la firma británica está comenzando a recibir pedidos también es de origen inglés, y, en este caso, quizá uno de los coches más bellos de la historia. Se trata del Jaguar XK120, hoy puede que uno de los eléctricos más bellos del mundo, dotado de un sistema de propulsión con una potencia de hasta 375 CV y un par de 700 Nm que se puede exportar también a los Jaguar XK140 y XK150. El JaguarXK120 eléctrico puede acelerar de 0 a 100 km/h en unos 5 segundos y cuenta con una batería de 80 kWh con la que la autonomía es de 400 km.

Otro tanto ocurre con la plataforma Cloud de Rolls-Royce, lo que permite conversiones de los Rolls-Royce Cloud I, Rolls-Royce Cloud II y Rolls-Royce Cloud III, cualquiera que sea su carrocería y siempre con la posibilidad de ser personalizado a capricho de su propietario; al igual que sucede con el Bentley Continental con producción original entre 1955 y 1965, en tanto que recientemente ha finalizado la transformación de un Bentley Continental S2 Flying Spur.

En los años 50 y 60, los Bentley eran el paradigma de rapidez, agilidad y ligereza por comparación con los Rolls. Con los kit de transformación los Continental puede seguir siendo la máquina perfecta para viajar a alta velocidad... con electricidad. En los años 50 y 60, los Bentley eran el paradigma de rapidez, agilidad y ligereza por comparación con los Rolls. Con los kit de transformación los Continental puede seguir siendo la máquina perfecta para viajar a alta velocidad... con electricidad.

En los años 50 y 60, los Bentley eran el paradigma de rapidez, agilidad y ligereza por comparación con los Rolls. Con los kit de transformación los Continental puede seguir siendo la máquina perfecta para viajar a alta velocidad... con electricidad.

Con modelos tan exclusivos, difícilmente los trabajos podrían estar al alcance del bolsillo del ciudadano medio. Y es que aunque no hay precios definidos por la posibilidad de personalización, una conversión podría estar en torno a 400.000 euros. 

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