Ford introduce una nueva versión Active en su gama, en este caso, desarrollada a partir de su SUV de menor tamaño, el EcoSport. Incorpora algunas modificaciones de aspecto, entre las que están las protecciones perimetrales una carrocería que tiene el techo y los retrovisores en negro, en contraste con el del resto; barras de techo también en negro, cristales traseros oscurecidos, llantas específicas o una tapicería de cuero y vinilo con un marcaje distintivo.

El motor que utiliza es el 1.0 EcoBoost de 125 CV con cambio manual de seis velocidades.

Además, forman parte del equipamiento de serie elementos como los sensores de aparcamiento traseros y se contemplan opciones para él como las incluidas en el paquete X, con retrovisores plegables eléctricamente, calefactados y con luces de bienvenida, acceso y arranque sin llave o el equipo multimedia Sync3 con navegador y equipo de sonido B&O con 10 altavoces, radio digital y módem integrado.

La tapicería es específica en esta versión, con una combinación de cuero y vinilo.

Otro más recoge distintos elementos de seguridad cómo los sensores de aparcamiento delanteros, cámara posterior, detector de fatiga, encendido automático de luces o detección de vehículos en el ángulo muerto. Por último, el denominado invierno, incorpora asientos delanteros, volante y parabrisas calefactados.