El pleno de la Eurocámara aprobó por 485 votos a favor, 169 en contra y 42 abstenciones su posición sobre una propuesta de la Comisión Europea (CE) para introducir excepciones en el nivel de emisiones que deben respetar los vehículos de pasajeros ligeros y vehículos comerciales para su aprobación con este tipo de medición. 

Desde 2017 y raíz del escándalo Dieselgate, la Unión Europea introdujo la obligación de medir las emisiones contaminantes de los vehículos no solo en laboratorio sino en condiciones de conducción reales puesto que los test en laboratorio no eran fiables: vehículos Diesel que en laboratorio cumplían el tope de 80 miligramos/kilómetro, en condiciones reales emitían entre 700 y 800. 

Sin embargo, para abordar ciertas incertidumbres técnicas sobre los sistemas que miden las emisiones en condiciones reales, la Comisión introdujo un coeficiente de corrección, que fija el desvío permitido entre la medición en laboratorio y la realizada en condiciones reales para tener en cuenta el posible margen de error. 

Bruselas fijó este coeficiente en 2,1 hasta 2020 y, a partir de ese año, en el 1,43. 

Fuera los coeficientes de corrección

En 2018, una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE anuló parcialmente estos límites por considerar que la Comisión Europea había aprobado la regulación con un proceso inadecuado y le obligó a introducirlos de nuevo según el procedimiento legislativo normal, que requiere también la aprobación de la Eurocámara. 

En este contexto, el Parlamento Europeo abogó hoy por que el coeficiente de conformidad se rebaje "inmediatamente del 1,43 al 1,32" y que después se vaya reduciendo gradualmente hasta dejar de aplicarse por completo en septiembre de 2022. 

"Después solo los datos de los test hechos en condiciones de conducción reales serán usados para determinar el cumplimiento de los límites de emisión en la UE", dijo el Parlamento Europeo en un comunicado. 

La Eurocámara pide también a la Comisión que fije para junio de 2021 requisitos más estrictos para los equipos portátiles que se usan para medir las emisiones en condiciones reales. 

La posición adoptada hoy por el Parlamento Europeo será el punto de partida para negociar con el Consejo (los 27 países de la UE) el texto final de la legislación.