AutoK9 es un pequeño preparador rumano, con sede cerca de Bucarest, para quien desarrollar versiones descapotables a partir de los modelos de Dacia no es nuevo: ya lo hizo con un Logan.

Ahora vuelve a la carga con un Dacia Duster, aunque no lo hace por encargo de la marca perteneciente a Renault, por lo que utiliza como punto de partida una unidad de la anterior generación, la que desapareció en 2017.

El desarrollo, probablemente llevado a cabo sobre una unidad dañada recuperada por AutoK9, ha costado la friolera de 30.000 euros, poco menos de lo que cuesta la versión más asequible del Volkswagen T-Roc Cabrio, lo que choca un poco con el espíritu low cost de la marca.

La definición del Duster Summer en el interior se aleja un poco de los estándares de Dacia, con el cuero blanco y la madera de estilo barco.

En este sentido, el Duster Summer, además de prescindir de puertas o techo, incorpora asientos de cuero blanco o madera de estilo muy náutico.

El arco le da a esta transformación de un Duster de primera generación un aire a descapotable de finales del siglo pasado.

Indicio de que es una transformación puramente artesanal y que no pasará de ahí es la ausencia de cualquier tipo de capota; sin embargo, no deja de ser curioso que aparezcan unidades como ésta, como también fue único el Skoda Sunroq desarrollado, dos años atrás, por los aprendices de la marca a partir de otro SUV, el Skoda Karoq.

Cada año, los aprendices de la fábrica de Mlada Boleslav de Skoda desarrollan su propios prototipos. El Skoda Sunroq fue el de 2018.

Más recientemente, otra promoción de aprendices de Skoda, aunque ya no sobre un SUV, llevó a término el Slavia, éste un roadster, definido partiendo de un Skoda Scala.