Este 2017, al acabar el año habrán fallecido en la carretera cerca de 1.200 personas en España, víctimas de un accidente de tráfico. Si lo que hacemos es contabilizar todos los siniestros de todos los países entonces obtendremos que la cifra de fallecidos en todo el mundo es de 1,3 millones de personas.

No obstante, todo parece indicar que este drama tiene los días contados. O más bien, los años contados. Entre otras cosas porque la conducción autónoma se perfila como la tecnología que pondría fin a los accidentes de tráfico. Al menos, es lo que afirman los fabricantes de automóviles que están centrando sus esfuerzos en desarrollar esta tecnología.

Un buen ejemplo de ello es Toyota quien ha anunciado estos días por medio de sus responsables en seguridad que están trabajando en coches que tendrán dos grados de autonomía: una autonomía denominada ‘chófer’ y otra ‘guardián’.  En la primera el usuario no conducirá el vehículo y este circulará completamente solo. En la segunda, el usuario podrá conducir y se beneficiará del apoyo y vigilancia de la tecnología.

De esta manera, Toyota señala que en 2020 lanzará la tecnología ‘Highway Teammate’, que permite una conducción automatizada en autopistas y en la que el sistema y las tecnologías siempre colaborarán con el conductor.  Y también están trabajando para introducir el ‘Urban Teammate’, que aumenta la automatización en ciudades y la expande a carreteras convencionales.

"No queremos que la gente se preocupe sobre la posibilidad de verse envuelto en un accidente. Cuando alguien se sube a un coche, solo hay que decir 'disfruta', en lugar de 'ten cuidado'", señalan desde Toyota.

No obstante, la llegada de la conducción autónoma no será un camino de rosas. Esta tecnología se enfrenta también a numerosos retos. Hablamos de desarrollos la transmisión de datos –para que el coche sea autónomo estará continuamente enviando y recibiendo información-  y también de otros aspectos como el de la legislación, ya para que llegue la conducción autónoma tiene que ser legal primero.

Un buen ejemplo de esto último –la legislación- le ha ocurrido a Audi. El fabricante alemán acaba de lanzar al mercado el nuevo Audi A8, una berlina de lujo que ofrece un nivel 3 de conducción autónoma (el máximo es 5). Esto significa que el coche puede desplazarse completamente solo por una autovía o autopista con mediana de separación y hasta una velocidad de 60 km/h. Sin embargo, de momento el Audi A8 no puede incorporar este sistema ya que, por el momento, en España –hasta que se apruebe lo contrario- ningún coche puede conducir completamente solo, sin la intervención del conductor.

Soy Carlos y estoy en la cárcel: he matado a una persona

¿Y mientras tanto qué? Esa es la otra pregunta del millón. Vale, esto de la conducción autónoma está muy bien pero no es el presente. Por tanto, qué se puede hacer en esta década en la que todavía los conductores serán 'conductores reales' y la siniestralidad mantendrá esos niveles tan elevados.

Y, sobre todo, ¿qué se puede hacer en Navidad con cerca de 3,2 millones de desplazamientos sólo en Andalucía? Pues bien aquí, hay también para todo. Desde diferentes asociaciones de conductores que piden una mayor implicación del Gobierno y una mejora de las carreteras, hasta soluciones como la que propone el propio Ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.

Zoido  ha presentado ha presentado este miércoles #SumaTuLuz, la nueva campaña de la DGT para concienciar sobre el riesgo de consumir alcohol y drogas al volante, y que está dirigida especialmente a los jóvenes que salen de noche durante las celebraciones navideñas.

"Tenemos que seguir potenciando que haya una persona de la pandilla que no bebe", ha sido uno de los mensajes que ha lanzado el ministro en referencia a cómo evitar la siniestralidad vial entre los jóvenes cuando estos salen de fiesta y consumen alcohol y/o drogas. No obstante, también ha instado a utilizar el transporte público y el taxi y, en lo que respecta a la DGT, a aumentar los controles en las carreteras. "Lo que empieza como una fiesta acaba como una auténtica desgracia", ha advertido.

Esta "pionera" e "impactante" campaña, tal y como la ha definido Zoido, tiene como protagonista a Carlos, un recluso que lleva algo más de dos años cumpliendo condena por haber matado a una persona mientras conducía ebrio.

La iniciativa se inició el pasado fin de semana con una acción -que ha quedado materializada en un vídeo-, denominada 'El Apagón', y que se desarrolló en dos salas de fiesta: Cocoa, en Mataró (Barcelona) y Ghetto, en Las Rozas (Madrid). De forma simultánea, ambas apagaron sus luces para proyectar en una pantalla el mensaje de Carlos, que desde la cárcel se dirigía a cámara para relatar su historia.

"Lo dice muy gráficamente Carlos, el protagonista, piensas que eso no te puede pasar a ti, que controlas, que sólo son un par de copas, pero sí, te puede pasar a ti", ha declarado Zoido, que advierte de que la acción puede resultar "desagradable" para algunos, o por lo menos, "llamativa". "En muchas ocasiones, el trabajo de concienciación sobre el consumo de alcohol y drogas no es suficiente, pues a veces la experiencia es la única forma de aprender", ha justificado la acción en estas dos discotecas, en las que se ha intentado "transmitir la dureza de las consecuencias sin necesidad de vivirlas en carne propia".

Este vídeo-acción, que puede verse en el sitio web desarrollado para la campaña 'www.elapagon.es', marca el inicio de un conjunto de actos que se realizarán a través de las redes sociales bajo el lema #SumaTuLuz.

Durante su intervención, Zoido ha recordado las cifras del último informe del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. Según este documento, el 43% de los fallecidos en accidentes de tráfico de 2016 dio positivo en las pruebas de alcohol, drogas o psicofármacos de un total de 589 muestras analizadas, mientras que en peatones, esta cifra se sitúa en el 32%. Por sustancias, cerca del 69% había tomado alcohol, un 36% drogas y un 21% psicofármacos. En cuanto a grupos de edad, el 67% de los muertos en las carreteras en 2016 tenía entre 25 y 54 años.

"Son cifras verdaderamente alarmantes", ha destacado el ministro, que ha alertado de que estas "se sitúan en el mismo nivel que 2015 y que se mantiene la misma tendencia desde 2013".

Preguntado sobre el balance del año en siniestralidad vial, Zoido ha atribuido el incremento de los fallecidos por accidentes de tráfico de 2017 al aumento de los desplazamientos por carretera y del parque móvil, y ha vuelto a insistir en campañas como la que se ha presentado este miércoles. "La mejor medida que podemos tomar es la campaña que les acabamos de presentar, tendremos que hacer una evaluación cuando acabe el año, pero nos preocupa mucho", ha resumido.

A su juicio, las cifras generales de siniestralidad vial "no son malas" si se comparan con las del resto de Europa, aunque insiste en que estas deben ser "mucho mejores". Según añade, desde el Gobierno no están "conformes" con los datos, por lo que seguirán haciendo un "esfuerzo" por reducir la siniestralidad. Para ello, afirma que se continuará trabajando en la misma línea que este año.