Fruit Logistica, la feria hortofrutícola más grande del mundo, ha servido en esta ocasión para que los agentes del sector que han viajado hasta Berlín pongan en común sus apuestas para frenar la caída de precios de los productos que sufren las empresas de la comunidad andaluza.

La más reciente es la apuesta de la interprofesional HortiEspaña en convertirse en distribuidora, logrando, de esa forma, rebajar los costes en la comercialización y, por lo tanto, ayudando al campo en un momento de crisis. La Junta de Andalucía, a través de la consejería de Agricultura, Pesca, Ganadería y Desarrollo Sostenible , ha dado su visto bueno. Pero la medida no se efectuará hasta que las distintas firmas de la región den su visto bueno tras analizar cómo se desarrollaría este nuevo proceso. Aun así, de ejecutarse, este es un paso que habría que ejecutar con celeridad.

La administración regional avanzó en la Messe de Berlín que el Consejo de Gobierno abordará el lunes 10 un informe elaborado por su departamento que propone al Gobierno central la rebaja de los módulos de tributación de frutas y hortalizas en el IRPF, para las que propone pasar de 0,26 euros/kilo a 0,13 euros/kilo, una rebaja del 50%, y que en el caso del aceite supondría pasar de 0,36 euros/kilo a 0 euros.Otro factor clave y diferencial apunta como responsable al Gobierno español y especialmente a Bruselas, que son responsables por la liberalización del mercado europeo, donde están arrasando las hortalizas de Marruecos, con un contingente que cada año es mayor y al que hace unos meses se le han sumado las producciones del Sahara Occidental.

“Hay la necesidad de la UE cumpla estrictamente con los controles en fronteras respecto a los productos fitosanitarios o las cuestiones vinculadas al etiquetado como lo referente a los precios de referencia para la entrada de distintos productos”, explica el ministro de Agricultura, Luis Planas, quien argumenta que “de vez en cuando” es necesario recordar a la Comisión la aplicación de las normas para que lleguen a los estados miembro que tienen que ponerlas en marcha ya que a través de las diferentes fronteras se reciben esos productos. “Creo que de esa forma, quien exporte a España lo deberá de ejecutar en plenitud de legalidad y nosotros también, lógicamente, tenemos que defender nuestra provisión en otros mercados”.