PROYECTO OCNOS | CRÍTICA

Un oratorio posmoderno

Detalle de Hafune, el pájaro demoníaco.

Detalle de Hafune, el pájaro demoníaco.

Si, según las notas al programa de Hafune, los pueblos del mundo "no difieren en lo más mínimo" a la hora de creer en supersticiones, bueno será que el descreído público actual y su ideología dominante puedan celebrar sus liturgias de domingo por la mañana. En el templo dedicado al santo Silvio no faltaba el púlpito (en el lado del evangelio), desde el que se alternó la narración con breves frases en tono de homilía de los teólogos de la posmodernidad (Foucault, Lévi-Strauss...), también proyectadas para edificación del fiel en la pared del fondo del altar de celebración.

Aunque se supone que el decolonialismo es el motivo que traspasa el espectáculo, y en particular su programa musical, el verdadero tema del relato es la libertad individual y el derecho a ser diferente, apenas reunido por los pelos con el asunto colonial muy al final de la narración. Por demás el espectáculo funciona de forma espléndidamente unificada: por una parte, gracias a una coherencia en lo musical -pese al origen diverso de las piezas- lograda mediante ingeniosos arreglos y un buen sonido de conjunto; por otra, gracias a una escenografía rica que saca enorme partido de medios modestos; en tercer lugar, por una elegante y sinuosa coreografía; y finalmente, porque la propia concepción posmoderna de Hafune, muy en el Zeitgeist, lo dota de coherencia entre forma y fondo, al tomar elementos diversísimos y mezclarlos a su antojo con gusto.

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