Shotta. Músico

"El rap es explícito y libre, se cuentan cosas de verdad, y se nos estigmatiza por ello"

  • El rapero publica 'Salvaje', en el que se confiesa de modo descarnado y carga contra el momento político.

  • "Hay que hablar claro, sobre todo hoy que la gente está confundida", defiende.

Shotta, en una fotografía promocional de 'Salvaje'.

Shotta, en una fotografía promocional de 'Salvaje'. / Ángel Bernabéu

"Yo soy el Shotta, mi peli es angustiosa. / Siempre en la soga entre el deporte y las drogas. / Llevo una mala racha porque ya nada me importa / desde que mi hermano y yo metimos a papá en una bolsa", canta Ignacio González Rodríguez, Shotta (Sevilla, 1984), en Por mí, uno de los cortes de Salvaje, un álbum en el que este rapero transparente con sus estados de ánimo se confiesa de manera descarnada no sólo en sus letras, también en la larga entrevista que le hace Ricardo Hurtado y que se incluye en este libro-disco que publica el sello Boa Música. Una aventura para la que ha reclutado a un buen número de colaboradores, su hermano Tote King, Dollar, Morodo o Iván Cano entre otros, muchos de los cuales estarán con él en el concierto que ofrecerá el 23 de febrero en su ciudad natal, en la Sala Custom.

-Hace 14 años ya que publicó La selva. ¿Qué diferencias ve entre el sonido de sus comienzos y el de ahora?

-Precisamente veo este disco como un retorno a lo que yo hacía al principio, cuando no tenía nada que perder. Eso que dicen de que uno da vueltas y acaba volviendo al mismo sitio se cumple con este disco. Tiene muchos tintes parecidos a La selva, sí.

-"Me sincero y cuento cosas profundas, que creo que pueden gustar, pero qué va, mucha gente no lo valora y te llevas la decepción", confiesa en la entrevista que le hace Ricardo Hurtado, donde admite la ansiedad que le genera sacar discos y sugiere que igual deja la música...

-No creo que vaya a hacerlo nunca, yo me veo haciendo canciones en el futuro. Pero sí puede que deje de publicar discos, porque es una situación muy estresante. Lanzar de repente todas esos temas no me atrae tanto, lo ideal sería sacar singles y usar las redes para presentarlos. Disfrutar de la música de una manera más libre, ¿sabes? Ya no se venden discos al nivel de antes, aunque hay mucha gente a la que le gusta la música que sigue comprándolos, pero está claro que todo se mueve en las redes, en Youtube, en Spotify, en plataformas digitales. Hoy todo está en internet.

-En Salvaje se indigna con la realidad política y observa con estupor a los "fascistas analfabetos" que "no saben ni por qué sacan la bandera".

-Tote y yo siempre nos hemos posicionado, no hemos sido como otros raperos que no se atreven a pronunciarse porque les puede pasar factura desde el punto de vista empresarial. Nosotros creemos que es importante decir las cosas claras, y especialmente ahora que viene la ultraderecha, está la gente confundida y se acercan tiempos feos. Es que algunos se guían por tres tonterías para votar, que si la bandera, España, el patriotismo falso ese que hay... Toda esa peña que se siente tan patriota y se las avía para no pagar impuestos aquí, o que apoya a partidos que están corruptos de la cabeza a los pies... En otra letra se dice: "Ese facha saca la bandera, pero no se queja si el PP saquea".

-Le dan a elegir que se defina entre poeta, músico o agitador, y usted elige lo tercero.

-Yo siempre he sido un poco loco, un poco impulsivo, así que me siento más identificado en ese término. En lo de poeta no: yo he leído poca poesía y no entiendo mucho del asunto. Algunos ven algo lírico en algunas de mis letras, igual porque uno lleva tiempo escribiendo y le sale, pero no era mi intención. Y tampoco me reconozco como músico. Aunque la voz sea un instrumento musical, el modo en que yo la utilizo al rapear y escupir no conecta mucho con el término. Algunas veces entono porque me gusta dar color al disco, pero no voy más allá.

-En otra letra defiende que "hay que comerse más la boca y menos la cabeza". Pero usted, se ve, es una persona que le da muchas vueltas a todo.

-Pero es como cuando escribo una letra en la que digo puedes salir de esto: me lo estoy diciendo a mí, me estoy animando. Lo mío es una contradicción: me como mucho la cabeza, sí, y al mismo tiempo soy muy loco, y estoy todo el día con remordimientos por ello. Es una mierda, sinceramente. Aunque con los años tienes que aprender a aceptarte como eres y castigarte menos, porque si no te vuelves loco.

"Tote y yo siempre nos hemos pronunciado, no como otros raperos que temen que hacerlo les pasará factura"

-Ricardo Hurtado, amigo suyo del instituto, lo define en la entrevista como "un tío maduro" que "ha aprendido de los errores".

-Sigo en las mismas en algunas historias, en ciertos hábitos que son difíciles de cambiar. Pero creo que he mejorado bastante, que he sabido valorar lo que es importante, empezar a hacer bien las cosas con la gente que se lo merece, no estar siempre cagándola... Eso sí que lo he aprendido.

-Pese a todo, parece que está en paz con sus raíces, con su barrio y su ciudad, con lo que ha sido. "Éramos niñatos", se dice en el libro, "pero teníamos principios".

-Yo siempre he sido muy cabroncete a la hora de la calle, fumando y bebiendo, pero nunca he abusado de nadie ni me he reído de nadie. Yo siempre he odiado cuando alguien hace sufrir a otro: en el libro cuento cómo le puse las pilas a un chaval que se burlaba de otro con deficiencia mental, nunca soporté cuando los tíos eran unos pesados con las tías... Sí, hay que tener principios.

"Yo siempre he sido muy cabroncete en la calle, pero nunca me he reído de nadie. Hay que tener principios"

-Afirma que en su música manda usted y que muchas de sus canciones "son locuras". "Mi estilo es ese", dice, "en un tema te hablo dos rimas de una cosa y en la siguiente te salgo con algo que no tiene nada que ver".

-Pero en realidad eso ha ocurrido en el rap de toda la vida. Uno puede hablar de mil cosas porque la canción tiene un color donde se puede englobar todo. Aunque estoy hablando de la bandera, de mi madre o de la muerte de mi padre todo está bien encajado en ese colorcito que tiene el tema. Tote o SFDK han hecho canciones así, en las que parece que no se habla de nada pero se habla de todo. Eso me encanta.

-Asegura que en el mundo del hip-hop "hay buen rollo, aunque la gente diga lo contrario". ¿Pesan demasiado las etiquetas y los estereotipos cuando se habla de este ámbito?

-Sí, hay demasiados estereotipos. Tú ves a Costa, el rapero madrileño, en los vídeos, y te haces una imagen, pero cuando lo conoces es un tío muy inteligente, muy educado, muy culto. La gente lo etiqueta porque en sus letras habla de drogas o de sexo... Si vas con los prejuicios te puedes llevar muchas sorpresas: ahí está también el Waor de Natos y Waor, que es un verdadero coco. El rap es así: es música explícita donde se cuentan las cosas de verdad, sin engañar a nadie, en la que uno se puede expresar libremente. Y, claro, eso le sirve a la gente para catalogarte. En el rap puede haber tantos hijos de puta como en el pop, porque eso depende de cada persona y no de lo que cante. El público lo entiende cada vez más, nos valora, y eso está bien, pero la radio nos sigue estigmatizando. Ahora suena C. Tangana, Dellafuente, pero es raro oír en los medios a raperos diciendo cosas guapas y profundas.

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