David García 'El Indio' | Batería de Vetusta Morla

“En Sevilla las canciones de Vetusta Morla suenan mejor”

  • Los madrileños Vetusta Morla llegan este viernes al Estadio Olímpico de Sevilla para presentar en directo 'Cable a tierra', un trabajo en el que fusionan la electrónica con sonidos y ritmos tradicionales

Vetusta Morla actúa este viernes en Sevilla.

Vetusta Morla actúa este viernes en Sevilla. / Jerónimo Álvarez

-La gira 'Cable a tierra' sólo va a pasar por nueve ciudades españolas, y todos los conciertos van a tener lugar en grandes recintos, ¿por necesidades técnicas?

-El espectáculo que llevamos está pensado para grandes escenarios, grandes espacios, y el hecho de contar, además, con seis músicos propicia que la gira de presentación sea un poco más exclusiva y que no podamos llevarla a todas las ciudades del país de la misma manera.

-'Cable a tierra' es el disco más de raíz, incluso de folclore, de Vetusta Morla, ¿cómo se traslada ese concepto al directo?

-Incorporando los instrumentos que hemos utilizado en su grabación, e interpretando las canciones que tienen ese aire, ese aroma, lo que podríamos denominar música tradicional o folclórica, en esta gira en concreto, y hasta la semana que viene (21 de junio) que finalizamos en el Wanda (de Madrid), contando con la colaboración de seis músicos. Cuatro de ellos pertenecen al Naám, que es una agrupación palentina, y dos pandereteíras de (las gallegas) Aliboria, que se incorporan en buena parte del repertorio junto a nosotros. No sólo aportan instrumentos y sonidos, también una serie de fragmentos de canciones de ellos mismos, que utilizamos como introducciones. En esa fusión creo que logramos que los espectadores comprendan el significado de Cable a tierra. Para llegar hasta aquí hemos llevado a cabo un trabajo de integración de todo lo que estos seis músicos interpretan con nuestra instrumentación, para que luego todo esté equilibrado y tenga sentido.

-Es la primera vez que Vetusta Morla comparte el escenario “acompañado” por seis músicos que no pertenecen a la banda. ¿Cómo ha sido la conexión?

Ha sido muy natural y muy estimulante, al mismo tiempo. El año pasado, que ya hicimos gira en verano, acabábamos de estrenar Finisterre (primer adelanto de Cable a tierra), que es una canción que tiene el aroma tradicional de este disco, y lo que hicimos fue contar con colaboradores en los distintos lugares que la tocamos. Tras esas experiencias, cuando comenzamos a organizar la nueva gira y plantearnos qué de nuevo podíamos ofrecer, surgió la idea de recuperar estas colaboraciones, pero de una manera estable, dentro de esta pequeña gira. Para nosotros, para la banda, está siendo muy enriquecedor, porque siempre hemos tocado solos y es la primera vez que incorporamos músicos colaboradores. Han conseguido que todos esos momentos emocionales, energéticos, que pretendemos lograr sobre el escenario, con ellos sean más intensos.

-Esta gira, en cierto modo, supone un doble reto para Vetusta Morla: lograr un directo que sea fiel con lo grabado y hacerlo en grandes espacios.

-Sí, ese es uno de los grandes retos de esta gira, que esos momentos íntimos que tratamos de provocar con nuestra música, que en un recinto tan amplio sigan siéndolos. Lo intentamos de diferentes maneras, creando un espacio de reducidas dimensiones, gracias a la coreografía, las pantallas, los movimientos de los propios músicos y distintos elementos técnicos con los que contamos. Todas estas cosas las tenemos en cuenta y tratamos de generarlas mediante la iluminación, escenografía y, sobre todo, con nuestra propia música. Nuestro objetivo no es otro que el espectador conecte con nosotros, que se olvide de que se encuentra en un espacio gigantesco. Nos gustaría que nos vieran como si estuvieran en el salón de su casa.

“Con cada disco tomamos una nueva dirección”

-Aún siendo un trabajo con un alto componente electrónico, donde no faltan las bases, Cable a tierra tiene mucho de pedagogía, de mostrar sonidos y ritmos puramente nuestros.

-Esa es la grandeza de la música, y algo a lo que nunca podemos renunciar. Los encuentros musicales entre los diferentes géneros son posibles y son reales, se pueden hacer. Nosotros hemos hecho un disco de Vetusta Morla, de rock, de pop, de indie o de como quiera llamarse, con toques electrónicos, y en esta ocasión hemos incorporado elementos de la música tradicional. Con cada disco nos planteamos tomar una nueva dirección, y en este caso afloró la música tradicional, que es algo que nos lleva interesando desde los últimos años y que queríamos conocer más a fondo. Esto no lo habíamos hecho nunca como banda. Hay un desarraigo importante entre la música tradicional y las nuevas generaciones, que ya han nacido y crecido en las grandes ciudades, y cuyos padres y abuelos se dejaron atrás muchos de los aprendizajes y tradiciones procedentes del mundo rural. Hablamos de una música, además, que utiliza un sinfín de instrumentos para ejecutarse, como son las panderetas y panderos, las cucharas, las piñas (de los pinos) o las conchas de las vieiras.

-¿Cómo están reaccionando los espectadores a esta gira?

-La reacción de la gente está siendo muy positiva, porque están entendiendo perfectamente todo lo que sucede sobre el escenario, con estos músicos que nos acompañan. Lo han captado y están disfrutando de los momentos que logramos crear.

Y si a esto le sumamos todos los elementos escénicos que llevamos, hablamos de un espectáculo muy potente, que consigue que cada canción tenga su propia ambientación. De hecho, nos encantaría que esta gira no acabase la semana que viene (en Madrid) y la pudiéramos seguir haciendo.

-¿Cómo definiría su encuentro con el público sevillano?

-En Sevilla, y en toda Andalucía, se nota muy especialmente el calor del público, algo de lo que nos contagiamos inmediatamente. Al igual que también nos contagiamos de su sensibilidad. Y desde una perspectiva más técnica, incluso, es diferente el público de aquí por su sentido del ritmo. Cuando estamos interpretando una canción y la gente empieza a apoyarla musicalmente con las palmas, en Sevilla, en Andalucía, suena mejor. Hay compás.

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