Para el artista conceptual Pedro G. Romero, colaborador habitual del bailaor Israel Galván y también, en los últimos años, del músico Niño de Elche, el flamenco es un lenguaje muy estricto y reglado donde el público, sin embargo, ve espontaneidad. Deconstruir y desnudar la maquinaria del proceso creativo del flamenco para acercarla al espectador, en la línea de bailaores experimentales como Vicente Escudero, es una de las líneas de fuerza del espectáculo Mellizo Doble, que este viernes y sábado (21:00) llega al escenario principal del Teatro Central tras pasar como un ciclón por el Teatro Conde Duque de Madrid en abril del año pasado. La propuesta, que se ha visto en diversas capitales europeas, tuvo su estreno absoluto en Tokio en 2019.

No es fácil que coincidan las agendas de dos de los más aclamados artistas del universo jondo actual -Niño de Elche estuvo la semana pasada en el Lope de Vega con Fuerza Nueva, su proyecto con Los Planetas- por lo que hay una gran expectación para valorar este nuevo ejercicio de complicidad tras sus últimas colaboraciones a dúo. Hay una energía que, como un imán en el pecho, atrae desde hace tiempo a estos dos revolucionarios artistas -crecidos y curtidos en la tradición- hasta el punto de que sus disciplinas respectivas se confunden sobre el escenario: a veces Israel pone música con su cuerpo o su garganta, y Niño de Elche gira o se mueve en una perfecta simetría con el bailaor. No hay escenografía ni música -salvo unos minutos de guitarra a cargo del cantaor- . El sonido brota de la interpretación de los dos sobre las tablas: el contacto y la frotación de sus cuerpos con maderas, metales y cacharros, el taconeo percutivo, las voces.

Galván, sentado, y Niño de Elche en otro momento del espectáculo.

A Manuel Llanes, programador de los teatros de la Junta de Andalucía, le interesa mucho cómo Israel Galván y Francisco Contreras -para el arte Niño de Elche- "se contienen en esta propuesta y dialogan perfectamente durante una hora a lo largo de la cual llegan a obtener un lenguaje común. Encuentran un punto intermedio en el cual entenderse", explica.

Llanes recalca que es una propuesta "muy orgánica, muy verdadera" la que resulta del encuentro entre los dos. Las de Israel Galván y Rocío Molina, añadió, son las dos principales compañías andaluzas de baile flamenco que han avanzado hacia un lenguaje propio conectado con la danza contemporánea más internacional, por lo que son residentes en diversos teatros europeos y las reclaman los mejores coreógrafos para tejer alianzas con ellos.

Pedro G. Romero insiste en que este Mellizo Doble tiene como antecedentes inmediatos Las coplas mecánicas, que califica como "una performance de infarto mostrada en el festival Sónar"; y las primeras colaboraciones juntos, que han podido verse en Sevilla: en La fiesta, estrenada precisamente en el Central, Israel Galván invitó a participar a Francisco Contreras, que hizo suya la propuesta para ser mucho más que un invitado especial; más adelante, en un recordado concierto, Niño de Elche contó con Galván para presentar su disco Antología del cante flamenco heterodoxo.