La Ventana Pop

Ricardo Lezón inspira 'Esperanza'

  • El músico vasco, también integrante de McEnroe, presenta en directo en Sevilla su nuevo álbum

Ricardo Lezón, en una imagen promocional.

Ricardo Lezón, en una imagen promocional. / Estíbaliz Hernández de Miguel

El verano ya ha llegado / arden las calles, los barrios / Desde aquí veo las llamas / por encima de la Giralda / Los caballos reventados / miran de reojo al río / Y en la plaza de la Alfalfa / ni siquiera se oye un ruido... Los versos iniciales de Arena y romero avanzaron en octubre del pasado año la llegada de Esperanza, primer álbum firmado con nombre propio por Ricardo Lezón (Getxo, 1973) tras haber grabado seis con McEnroe, banda en la que ejerce como guitarrista, cantante y compositor.

"Arena y romero la escribí estando en Sevilla -cuenta Ricardo en pleno tránsito al sur, donde esta semana ofrece varios conciertos-. Está basada en una historia que me contaron allí, así que se trataba de ponerla en ese marco. Siempre he tenido tendencia a hablar de lugares, porque me influyen el paisaje y el sitio donde estoy".

La conexión andaluza del autor vasco se fraguó durante las grabaciones de los dos últimos discos de McEnroe, ambos registrados en los sevillanos Estudios La Mina. Ahí empezó una amistad con el productor Raúl Pérez y el músico David Cordero que desembocaría en 2014 en un álbum conjunto firmado como Viento Smith. "Y también grabamos allí Lluvia y truenos (2016), el disco que hice con The New Raemon -recuerda–. Desde que grabé por primera vez con Raúl, ya todo lo he hecho con él. Lo de Viento Smith surgió en un momento muy concreto para contar una historia muy concreta. En aquella época estaba viviendo en Marbella, donde trabajaba en una inmobiliaria, y subía a Sevilla los fines de semana para ensayar. Nos conocimos para grabar, pero desde el principio nos hicimos amigos y ahora esa amistad trasciende al hecho de tocar juntos".

Hasta Esperanza, Ricardo Lezón fue alternando pues los últimos discos de McEnroe con proyectos paralelos, siempre reconocibles, en cualquier caso, por las mismas señas de identidad que hicieron popular al grupo vizcaíno, una suerte de rock de autor con evidente carga lírica. "En el caso de Lluvia y truenos, fue Ramón quien me llamó. Era una oportunidad muy bonita de hacer algo con alguien a quien admiro. Así que son cosas que me han venido", explica sobre unas colaboraciones que, sumadas a su disco en solitario, quizás podrían hacer pensar en la separación de la banda. "No, qué va -asegura-. No creo que McEnroe vaya a tener nunca un final oficial. Lo que ocurre es que pasamos un momento con muchos cambios: hubo paternidades; Pablo, el bajista, se fue a trabajar a México... Después de grabar Rugen las flores (2015) todos sentimos que, dentro del pequeño mundo en el que nos movemos, habíamos llegado a algún sitio y había que parar para pensar bien o, mejor, esperar a que llegara un nuevo impulso. McEnroe ha estado en letargo, pero creo que ese impulso ya ha llegado. Tenemos otra vez ganas de hacer algo".

Así que Esperanza no es el premeditado inicio de una carrera en solitario, sino mera necesidad artística. "Estuve viviendo un par de años en una aldea de Soria muy aislada, éramos tres personas -dice–. Fue un entorno que me inspiró y me ayudó mucho a escribir. Tenía canciones y McEnroe estaba parado, pero yo quería grabarlas y tocarlas, así que lo hice con mi nombre".

Cuando Ricardo habla de escribir no se refiere sólo a canciones: desde 2015 ha editado ya dos poemarios. "Nunca había tenido intención de publicar nada de lo que escribía, pero surgió la posibilidad de editar Extraña forma de vivir con ilustraciones de Estíbaliz Hernández, una amiga mía que dibuja, y así me sentí un poco más acompañado -comenta pudoroso Ricardo-. A partir de ahí salió el segundo, Los minúsculos latidos. Me llamaron de la editorial cordobesa Bandaàparte, y la verdad es que estoy muy contento. La poesía me está dando muchas alegrías".

¿Y sabe desde el principio qué va a ser canción y qué poema? "Sí, la verdad es que sí -asevera-. Siempre me ha gustado escribir y lo he hecho desde antes de meterme en la música. Poesía, prosa... Lo cierto es que cuando me siento a escribir tengo muy claro si lo que me apetece es escribir una cosa u otra. No sé cómo explicarlo. Es cierto que luego hay ocasiones en que poemas y canciones se mezclan: hay veces que comienzas escribiendo un poema y acabas escribiendo una canción. En Rugen las flores, de hecho, había alguna así".

Las nueve canciones de Esperanza mantienen el tipo y la línea característica en las composiciones de Lezón, aunque también dejan entrever una nueva sonoridad, por momentos, exuberante. "Creo que sí -concede-. Es un disco en el que están todas las cosas que he aprendido, las buenas y quizás también alguna mala. Es un poco el resumen de lo que he ido absorbiendo. Y también está el tema de tomar tú las decisiones. Quizás el hecho de no tener que adaptar algunas de las canciones al sonido de una banda me ha hecho cantar más libre, sin estar sujeto a la idea de grupo. Ahora, de hecho, con las canciones nuevas para McEnroe me dicen que son muy de cantautor. Bueno, tampoco tengo control sobre en qué me voy a convertir. Lo vivo todo tal y como venga".

Ricardo Lezón presenta Esperanza este sábado día 14 en Fun Club (Alameda de Hércules, 86, Sevilla).

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