La colmena

Magdalena Trillo

mtrillo@grupojoly.com

Sobredosis legislativa

Señores políticos: aunque la legislatura esté finiquitada, no bajen los brazos. Siguen cobrando a fin de mes

La aprobación de la ley del 'sí es sí' ha pasado de la euforia a la frustración.

La aprobación de la ley del 'sí es sí' ha pasado de la euforia a la frustración. / efe

Aprobados los Presupuestos del Estado, instrumento clave de estabilidad para el inquilino de turno en Moncloa, el Gobierno de Pedro Sánchez ya puede quitar el pie del acelerador. Desde Unidas Podemos dicen estar preocupados por que el PSOE esté bloqueando leyes sociales por cálculos políticos y, en el lado socialista, su portavoz Patxi López asegura que estamos ante un problema de "sobredosis legislativa": queda un mes de sesiones antes de Navidad y hay tres plenos previstos para debatir hasta seis proyectos legislativos pendientes. Y no son cuestiones menores. De la Ley Trans a la Ley de Familias cuando todavía está media sociedad en shock por el varapalo en que se ha convertido la aplicación de la ley del sí es sí.

El PP lleva semanas hablando de "chapuza". Y, probablemente, costará años reconocer que España ha tenido el arrojo de aprobar una de las legislaciones más avanzadas de toda Europa para proteger nuestra libertad sexual. La de todos. Cuando se cumplen 25 años del asesinato de Ana Orantes, la granadina que se atrevió a denunciar en televisión cuarenta años de palizas, tal vez sea el paso más valiente que estemos intentando dar como sociedad en pro del feminismo. De la igualdad.

Pero el modo campaña no entiende de barcos ni de partidos. Mucho menos de valores y de responsabilidad. Lo estamos viendo ya a escala local, con las Municipales en seis meses, y se ha instalado en el plano nacional empañando todos los debates. Hablemos claro y sin paños calientes: hay que corregir la ley del 'sí es sí'. Y, cuanto más tardemos, más espacio y ocasiones daremos para la reducción de condenas. ¿Hay jueces machistas? Claro que sí, pero el problema de base si sitúa en algo tan frío como el Código Penal y la Constitución.

A partir del caso de Ana Orantes aprendimos (todos) que lo de "pegar" no era "lo normal. Se aprobó la Ley contra la Violencia de Género y, con efecto cascada de concienciación, vamos a cerrar el año con el menor número de asesinatos machistas de toda la serie. La cifra sigue siendo indecente pero atrevámonos a pensar que hemos avanzado algo. Como debemos hacerlo con la ley de libertad sexual (cuando se reforme).

No nos distraigamos ni admitamos que se den pasos atrás. No hay sobredosis de nada si se trabaja de frente y con rigor. Señores políticos: aunque la legislatura esté finiquitada, no bajen los brazos. Sus sueldos los siguen cobrando a final de mes.

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