Urbanismo

La Plaza de la Merced afronta la mayor renovación de su historia reciente

  • La plaza se someterá a una reforma total que la devolverá al nivel de la calle, sin barreras

  • Los laterales de Vázquez Limón y la catedral se peatonalizan para favorecer la integración

Vista general de la plaza desde la Facultad, con los dos viarios que van a ser peatonalizados en primer término.

Vista general de la plaza desde la Facultad, con los dos viarios que van a ser peatonalizados en primer término. / Alberto Domínguez

Las obras de peatonalización licitadas estos días por el Ayuntamiento de Huelva suponen la segunda gran apuesta en la ciudad por ganar terreno para los viandantes y limitar un poco más el tráfico rodado. Y en esta ocasión alcanza a algunos de los espacios onubenses más emblemáticos, como la Plaza de la Merced, vieja aspiración vecinal y eterno proyecto por acabar con la fisonomía que en los años 70 terminó realmente por aislar el espacio.

Aún con Pedro Rodríguez en la Alcaldía era recurrente la promesa de remodelar la plaza, para la que incluso se barajó la posibilidad de un parking subterráneo. Gabriel Cruz tuvo también desde primer momento la idea de recuperar el espacio para el vecindario y una moción aprobada por el Pleno en septiembre de 2018 fue en esta línea y en la de devolver la imagen previa a aquella polémica intervención de 1975.

Ahora el Gobierno de Cruz ha puesto en marcha ya el mecanismo para que se redacte el proyecto de reforma, que incluye la peatonalización de dos laterales, los del frente de la Catedral y la Facultad de Empresariales y Turismo, y el de la calle Vázquez Limón.

La licitación de los trabajos arquitectónicos, en suspenso unos días por un defecto técnico en la baremación, cuenta con un presupuesto de 178.487,39 euros, de una partida presupuestaria de este 2020 destinada a encargos de este tipo. Y a su vez se prevé una inversión en la actuación final de casi tres millones, 2.950.000 euros.

Reforma de la Plaza de la Merced. Reforma de la Plaza de la Merced.

Reforma de la Plaza de la Merced.

El pliego de especificaciones técnicas en la licitación deja claro que el destino de la configuración actual es la completa demolición. A partir de ahí se marcan las condiciones para el proyecto a ejecutar, como que el espacio pierda la elevación actual y vuelva “a nivel de viario”.

La idea principal, detrás de ésta y de otras acciones señaladas, es la integración con el conjunto monumental del antiguo convento de La Merced, catalogado como Bien de Interés Cultural y que se quiere realzar con la intervención gracias a la eliminación de las barreras existentes.

Cuando se habla de accesibilidad, en este sentido, se apunta tanto al perímetro como al interior de la plaza, que en la actualidad cuenta con numerosos elementos que la dejan fuera del alcance de una parte del vecindario, como los mayores y las personas con movilidad reducida.

Vista general de la plaza donde se observa el desnivel y los obstáculos existentes. Vista general de la plaza donde se observa el desnivel y los obstáculos existentes.

Vista general de la plaza donde se observa el desnivel y los obstáculos existentes. / Alberto Domínguez

No afectará, en cambio, al altillo a los pies de la fachada de la Catedral y del propio edificio histórico conventual, centro universitario en la actualidad. No obstante se subraya la necesidad de mantener y mejorar la accesibilidad para ciudadanos y cofradías, y la integración con los nuevos elementos de urbanización.

Es básica entre los objetivos la mejora de la habitabilidad de la plaza, para lo que ésta se ampliará con la incorporación de los dos viarios que en esta actuación serán peatonalizados, de forma que resulte un espacio público “de calidad y accesible que fomente su uso ciudadano”.

De forma más específica se establece que se pueda generar un “espacio público único de gran dimensión, evitando los excesivos fraccionamientos y diferencias de rasante en su interior”, y que al mismo tiempo permita la realización de “eventos ciudadanos que requieran la instalación de infraestructuras de apoyo”. Entrarían ahí, por ejemplo, la celebración de las Fiestas Patronales de La Cinta en septiembre, y actos de diversa índole.

De hecho, cuenta Gabriel Cruz a este periódico que es premisa fundamental que la plaza “pueda disfrutarse plenamente, tanto en la cotidianidad del día a día, como para albergar todo tipo de acontecimientos”.

También se requiere la disposición de elementos de jardinería y arbolado, entre otros elementos de diseño, a modo de protección frente a las vías que van a seguir abiertas al tráfico, y sin que supongan una barrera de acceso.

Y se deja abierta la posibilidad de incluir “edificaciones de carácter lúdico y ornamental”, como los quioscos existentes, además de “aquellas necesarias para un adecuado uso ciudadano y zonas estanciales confortables”.

El alcalde explica a Huelva Información que se trata, con esta actuación, de “potenciar una plaza infrautilizada por su propia configuración en altura, un diseño que data de 1975 y que es en sí mismo una barrera arquitectónica, una isla con limitaciones”.

Tramo de la calle Vázquez Limón en la plaza que va a ser cortado al tráfico rodado. Tramo de la calle Vázquez Limón en la plaza que va a ser cortado al tráfico rodado.

Tramo de la calle Vázquez Limón en la plaza que va a ser cortado al tráfico rodado. / Alberto Domínguez

Cruz asegura que se responde a una prolongada reivindicación ciudadana y se da cumplimiento, al mismo tiempo, a un acuerdo del Pleno. “Hay que replantear este espacio tan emblemático de Huelva para hacerlo accesible física y visualmente para que La Merced tenga el realce que merece”.

En ello tendrá mucho que ver la peatonalización de los viarios de conexión con las calles Ruiz de Alda y Vázquez Limón. Son sólo dos de los laterales porque los otros dos que seguirán abiertos al tráfico, el Paseo de la Independencia y la subida hacia el Paseo de Buenos Aires, que quedan a expensas de posibles futuras modificaciones, según determine el Plan de Movilidad Sostenible que se redacta actualmente.

“Acometeremos una actuación de remodelación integral de la plaza y peatonalización de su entorno con un proyecto que la pondrá en valor con un espacio mucho más atractivo, amable y cómodo. Y realzaremos, además, la monumentalidad de la catedral y del antiguo convento de La Merced, que es BIC”, insiste Cruz.

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